Martha Stewart knows best
Ya está grandecita para nombrarla la novia de América, pero bien podría ser la madre o la abuela. Lo que no puede discutir ni la mismísima Oprah, es que Martha es la musa de las amas de casa de Norteamérica y parte del extranjero.
Americana tipo, toda rubiecita ella, y mona, monísima, ayudaba a su mamá con las galletas, las conservas y zurcidos varios, y a su papá con las gardenias, geranios y bugambilias. Inteligente y aplicada, cómo no, se graduó con sobresaliente y se largó a la universidad donde, además de encontrar marido y hacer algunos pinitos como modelo, estudió historia de la arquitectura.
Ya como señora de Andy Stewart, le dio por meterse en el mundo de la inversiones en bolsa, pero lo dejó por razones algo turbias aunque oficialmente fue para dedicarse a su hija y a redecorar hasta la saciedad su bonita casa. Luego se montó un negocio de catering con una amiga, a la que pronto largó para quedarse ella solita (un poco de miedo sí que da).
Fiestecillas por aquí y por allá, la Stewart se reveló como una bestia parda para los negocios, además de para la crème brulée. Se lió a publicar libros de cocina y a aparecer en programas de televisión hasta que editó su propia revista, Martha Stewart Living, triunfando como la coca cola y montando el imperio Martha Stewart Living Omnimedia para controlar todos los productos comercializados bajo la marca Martha Stewart, desde libros de cocina a casas de verdad (súper monas, seguro… ver para creer).
Allá por 2002 nuestra amiga se metió en algunos líos fiscales y dijo algunas falsedades que le costaron varios miles de dólares, 5 meses de prisión y 5 más de llevar una pulsera de seguridad. Desde que salió, no ha hecho más que dedicarse a recuperar la pasta perdida y a remontar el negocio publicando algún libro más y volviendo a la tele con The Apprentice: Martha Stewart, spin off de The Apprentice y una especie de OT de las actividades domésticas. El programa fue un churro y ahora se dedica a su The Martha Stewrt Show, o cómo ser la mejor ama de casa del mundo mundial sin despeinarse ni estropear la manicura.
En la web podéis ver fragmentos del programa, pero ojo que engancha… vaya, que siempre es útil saber cómo preparar un kit de seguridad para tu perro. También la podremos ver en Ugly Betty, dando algunos consejos sobre cómo rellenar el pavo de Thanksgiving.
Yo disto bastante de la americana media a lo Martha Stewart, vaya, yo y mi trabajo a jornada completa, mi piso de 50 metros y mis muebles de ikea tuneados, pero me fascina la facilidad con la que cambia la tapicería de las sillas o se pone a hacer bufandas con Anne Hathaway. ¡Qué narices! Me entran ganas de hacer una fiesta cada fin de semana para preparar la mesa con servilletas a juego con las velas y regalitos para los invitados en paquetes personalizados. Lástima que mi torpeza impida que salga la Martha Stewart que llevo dentro.