October Road, vete a casa y no vuelvas
Las historias del regreso a casa suelen prodigarse, entre otras cosas, por la estúpida idea de que no hay nada como el hogar. Como, además, la nostalgia es un sentimiento al que se apela demasiado fácilmente por ser muy, pero que muy resultón, desde los tiempos de Ulises han aparecido multitud de héroes y heroínas que regresan a casa for good.
La mayoría de estos héroes actúa más o menos bajo patrones comunes a los que ya estamos demasiado acostumbrados, pero tampoco es necesario que nos tomen por estúpidos, que es lo que hace October Road.
Es normal, incluso necesario, que el tipo que regresa deba enfrentarse a situaciones difíciles, pero en los tiempos que corren, una serie no puede permitirse que los acontecimientos sean tan previsibles que los ves venir cual manada de elefantes.
Tenemos a Nick Garret (Bryan Greenberg, el padre soltero de One Tree Hill), que se larga del pueblo por unas semanas dejando a familia, novia y amigos contando los días que faltan para que vuelva. Pero resulta que el tipo es un capullo egoísta que decide no solo no volver, sino ni tan siquiera dar explicaciones. Como además el pobre es mediocre de solemnidad, es incapaz de triunfar en la Big Apple hasta que escribe un libro en el que se ríe de su pueblo y de los que se han quedado allí. El libro resulta ser un best-seller, así que mientras Nick busca la inspiración, que obviamente no llega, para escribir otra basura, se dedica a dar conferencias por ahí.
Habréis intuido ya que otra de las cosas que me molestan de October Road es su incapacidad para conseguir que el personaje principal me caiga ni siquiera un poquito bien. Pero sigo: con 10 años enteritos sin pisar el pueblucho, envían a Nick a verborrear a la universidad local, así que el tío regresa a casa por un par de días. Los sentimientos encontrados que provoca su regreso y descubrir que su ex novia tuvo un hijo suyo (oh my!) que además es súper listo que te cagas, derivan en que, está claro, el tipo decida quedarse con la esperanza de encontrar la inspiración divina.
Pero no todo es culpa de Nick, sus amigos y su novia son casi más insulsos, previsibles y verborreantes que él. Ni siquiera se salva su padre, interpretado por Tom Berenguer, que además siembre me ha dado mucha, muchísima grima.
Quizás October Road aproveche el tirón de emitirse los jueves después de Grey’s Anatomy, donde estará durante un mes hasta que vuelva Men in Trees (a la que echo muchísimo de menos), pero tendrá que hacer algo rápido rápido para no convertirse en un tostón inaguantable. Todo es posible, y más teniendo en cuenta por ahí está Scott Rosenberg, al que tenemos que agradecer cosas como High Fidelity o Beautiful Girls, aunque yo, de momento, no voy a conceder segundas oportunidades.