El rufián ha montado la zapatiesta
Amiguetes, si cuando visteis el piloto de las espumosas VoyDeGuay, no pillasteis lo de El rufián ha montado la zapatiesta, tenéis que ver urgentemente 10 razones para odiarte, una de nuestras comedias románticas preferidas -subsección institutos americanos-.
La peli en cuestión no deja de ser la clásica historia de jóvenes yanquis que guardan libros en taquillas y entregan su flor después del baile, pero creedme, 10 razones para odiarte supura mala leche y buen humor metiéndose con todos ellos para hacer evidentes casi hasta el ridículo los clichés a que nos tienen acostumbrados los bailes de promoción, eso sí, sin llegar a los absurdos extremos de cosas como Scary Movie.
10 razones para odiarte se inspira en La fierecilla domada. Ahí que voy con el argumento:
Cameron, chico nuevo en el instituto, vaya que el pobre es el último mono, y va y se junta con Michael, el ultra friqui del lugar. Para colmo, se enamora de Bianca, la chica popular del momento, que es tan guapa como superficial, y con un problema añadido: su padre, un ginecólogo pirado, no permite que salga con chicos si no es que lo hace también su hermana mayor, Kat, ultra feminista y ultra alternativa asocial, el terror de los machotes, vaya. El friqui y el nuevo, desesperados, recurren a Joey, el guapo lerdo del instituto, para que soborne a alguien para salir con Kat y conseguir así que Bianca quede libre. ¿Y quién nos falta? Pues el único malote gamberrote capaz de enfrentarse a Kat y que resulta elegido para la difícil tarea de convertirla en un animal social: Patrick.
Ojito con el reparto: la súper alternativa Julia Stiles es, cómo no, Kat. A Heath Ledger le tiñeron el pelo para conseguir al malote Patrick, y de 3rd Rock from the Sun se sacaron a Joseph Gordon-Levitt para interpretar al chico nuevo. De los secundarios, están impresionantes David Leisure, el entrenador, Larry Miller, el padre pirado, y nuestra preferida: la directora, con su palpitante miembro, interpretada por la siempre grande Allison Janney.
La banda sonora tampoco está nada mal, por cierto, especialmente si os gustaba Letters to Cleo. También hay otras cositas interesantes, como Heath Ledger marcándose un solo, clic clic clic para verlo, majos.
Y ahora lo de El rufián ha montado la zapatiesta. Como resulta que esto es Shakespeare, además de incorporar nombres y lugares shakespirianos, los guionistas tuvieron a bien hacer que la mejor amiga de Kat fuera fan del susodicho. Para ligársela y llevarla al baile, el entrañable friqui Michael le regala un vestido de época. Una vez en el el baile, el guapo lerdo (lo que viene siendo el rufián) está algo cabreado porque Bianca al final se ha decantado por el bueno de Cameron, así que pide explicaciones a Patrick, destapando el soborno y, en definitiva, armando la zapatiesta. Ante el pollo, el friqui Michael explica a Patrick, con ese espíritu Shakespiriano que le invade, que El rufián ha armado la zapatiesta. Que lo disfrutéis.
Sí, dice ha armado, pero no me negaréis que queda mejor montado.