Dear Katie Holmes
Querida Katie, cuando te conocí te llamabas Joey y eras una jovencita verborreica enamorada de un rubiales con diarrea mental. El uno para el otro, sin duda. En un alarde de agilidad mental sin precedentes, vislumbraste que la cabeza del rubiales no iba a dejar de crecer nunca y, tras marear la perdiz un buen montón de capítulos, entregaste tu flor al malote-pero encantador-chico con problemas y mejor amigo del rubiales. Resultado: más diarrea mental para todos, que empeoró cuando tú y tus coleguitas os plantasteis en la universidad. Las bibliotecas pueden hacer mucho daño. En fin, me caías bien igualmente.
Durante tus años en Capeside te hiciste popular (nivel súper pop) y algunas buenas gentes de la farándula y del mundo del espectáculo te dieron algunos trabajitos (y algunos otros más) para que pudieras comprarte camisetas de GAP y demostrar que hasta podías ser incapaz de utilizar frases subordinadas. Incluso a veces eras algo putilla, qué cosas, y no te salía del todo mal (nada mal aquí, tampoco aquí y ni siquiera aquí). La crítica, incluso los gafapastas, empezaban a quererte, y Batman Begins debía ser el trampolín que te convertiría en la única de la Capeside Troupe con un futuro claramente brillante. ¿Qué fue mal, Katie?
Muchos pensamos que tu relación con Cruise era una estratagema promocional. Entiéndenos, te apreciábamos, creíamos en ti. Pero nos traicionaste. ¿Por qué lo hiciste? Dios, por la videocámara de Dawson, ¿por qué tuviste que ir al programa de Oprah?
En menos de un año te prometiste, te hiciste ciencióloga y te quedaste embarazada. En serio, Katie, ¿era necesario esconder a baby Suri durante semanas hasta el punto que todos creímos que no existía, o peor, que era alienígena? Tu hija me da miedo, Katie. Si se hace amigüita de Maddox tendré que buscar algún refugio para esconderme.
Bueno, al menos, como no hay mal que por bien no venga, conociste a Vicky posh Beckham, que te enseñó algunas cosas. Aprendiste a ser un icono de estilo, pero aún te queda mucho camino que recorrer con la ropa que le colocas a Suri, que aunque me aterrorice tiene derecho a llevar ropa decente, animalillo.
Últimamente has vuelto a la carga. Acabas de debutar en Broadway con All my sons y, sinceramente, Katie, espero que te vaya bien, espero que dejes a Tom (aunque la sombra de Tom es muy alargada, en contra de lo que pueda parecer), que abandones el lado oscuro y que hagan otro Dawson’s Creek a lo 10 años después con todos nuestros chicos regresando a Capeside, con Joey enseñando en el instituo (algo se habló de un proyecto similar) y con Dawson dedicándose al cine porno. Pacey ya está bien jugando a los misterios con J.J., vaya, está hasta guapete y todo, lo que son las cosas.