Zack Attack strikes back
Siempre que viajo a los Estados Unidos tengo varios rituales, típicos de una personalidad obsesiva-compulsiva. Uno de ellos es comprarme todas las revistas de televisión y cotilleos habidas y por haber y leerme hasta la última página. Por supuesto con la ola de series veraniegas y nuevos pilotos que nos atacan, las revistas estaban repletas de noticias y fotos gustosisimas para el buen amante de la tele. Una de las series que vuelve en Raising de Bar, de la que ya dijimos que de lo poco destacable que tiene es haber sido creada por Steven Bochco y estar protagonizada por Mark-Paul Gosselaar.
Como Mark y su pelo están de tourné promocional exhaustiva, esta semana se ha pasado por el Late Night with Jimmy Fallon, quien veo incapaz de igualar a su sucesor Conan O’Brien, pero que intenta hacer cosas graciosas como reunir a todo el elenco de Salvados por la campana. Es por eso que Mark-Paul Gosselaar fue disfrazado a su personaje más popular, Zack Morris. Y, por dios, al ver esa pelucaza rubia he tenido una regresión total. En esta casa no tenemos el corazón de piedra y nos hemos dejado embargar por estas imágenes de Zack Morris con sus descomunales zapatillas, sus camisas horrendas y su enorme teléfono móvil. Que, ojo, es una horterada, pero Zack Morris fue el primer referente a nivel de móviles que tuvimos los pre-púberes españoles. Y, encima, era capaz de congelar el tiempo. Todo un truhán, sí señor.
Y aunque yo no estoy segura de querer verle el careto de nuevo a Dustin Diamond, pues si estáis al día del cotillerismo lisérgico americano, ese hombre da asco puro, me encantaría tener un revivial de una serie tan importante para el desarrollo infantil de mi intelecto. Y, ojo, eso lo digo aún recordando etapas tremebundas como The college years y los telefilmes de bodas de Zack y Kelly en Hawaii. Ahora que lo pienso, tengo ganas de volver a verlas y todo.
Y para fin de fiesta, recordar que Zack y sus amigos hicieron un grupo de música y todo, llamado ZACK ATTACK, donde en un mundo de fantasía, de las piruletas y los ositos de peluche, triunfaban y Zack se acababa convirtiendo en un imbécil ególatra. Vamos, lo que era su personaje, pero sin amigos. A lo que iba, que si sois de los que visteis la serie en todos los horarios de emisión posibles, sabéis quien era Miss Bliss y recordáis que la serie se emitía después de Chip y Chop, seguro que no se os habrá borrado de la memoria la canción con la que triunfaron los Zack Attack, Friends Forever. Os juro que jamás he conseguido quitármela de la cabeza.