Life Unexpected
Life Unexpected fue anunciada a bombo y platillo como un cruce entre Las Chicas Gilmore y Juno. Muy bien. Ahora borrad es asociación de ideas porque, lo siento, pero eso no es lo que os vais a encontrar. Eso sí, Life Unexpected es la primera serie de la CW que tiene esa pátina de drama familiar entrañable, que echamos de menos desde que la antigua WB pasó a mejor vida. Un aspecto nebuloso al estilo Everwood, pero sin la cara de sapo de Ephram. Hay que reconocer que después de tanta festividad y decadencia con series como Gossip Girl, Melrose Place o 90210, con Life Unexpected, la CW ha vuelto a la old school de series edulcoradas y con un humor más inteligente que el tetófilo. Un género del que hasta ahora estaba un poco huérfano.
Ojo, les costó encontrar el camino ya que, a pesar de que fue la primera serie en pasar el corte, fue la última en tener un piloto producido y ha sufrido más cambios de nombre que ninguna. Cuando presentaron el proyecto en enero de 2009, la serie se llamaba Light Years, título que Liz Tigelaar, la creadora, descartó por ser demasiado de ciencia ficción. De ahí, en abril, pasaron a LUX, el nombre de la protagonista. Título que rápidamente se cambió por Life Unexpected, aunque en los upfronts de mayo, la CW la presentó como Parental Discretion Advised. En junio, la CW volvió al Life UneXpected, pero esta vez poniendo en mayúsculas la L, la U y la X. de nuevo, el nombre de la protagonista. Pero cuando en otoño aparecieron las publis de las series nuevas del canal, volvió a aparecer el Life Unexpected a secas. Eso es indecisión y lo demás son tonterías.
Lux (Brittany Robertson) está a punto de cumplir los 16 años y, harta de saltar de un hogar de acogida a otro, decide buscar a sus padres biológicos para que le firmen los papeles que le permitirán emanciparse. De este modo, se planta en casa de su padre Nate “Baze” Bazile (Kristoffer Polaha), un tipo peterpanesco pero entrañable, que vive con sus colegas en un edificio que le ha dejado su padre y dónde ha decidido montarse un bar. Baze le dice a Lux quién es su madre, Cate Cassidy (Shiri Appleby), locutora de radio del programa matinal que ha escuchado Lux durante toda su vida. Casualidades de los dramas familiares. Por una de esas bromas que tiene el destino, como os podéis imaginar, Lux acaba bajo la custodia de los padres que la dieron en adopción, tras concebirla en la parte trasera de una furgoneta durante el baile del instituto. Para hacer las cosas más interesantes, Cate está comprometida con Ryan Thomas (Kerr Smith), su compañero en la radio, quien tendrá que asumir que, de repente, su novia (alérgica al compromiso) tiene una hija adolescente.
Puesto que la serie tiene que pasar el corte de todos los públicos, el argumento has sido CWizado, y Lux no es una yonki perjudicada que va escupiendo a la gente en la boca, como podría bien pasarle a una persona que ha vivido toda su vida por su propia cuenta y riesgo. Lux es una de esas adolescentes tan listas y avanzadas a su tiempo que podría prescindir totalmente de vivir con sus padres, ya que, como pasa en muchas series, a veces es mucho más lista que sus progenitores. En esto sí que se parece a Rory Gilmore, pero simplemente por lo mismo que se puede parecer a Alexis Castle o hasta a Emily Kmetko, pero claro con un toque mucho más Ryan Atwood, por todo el rollo de haberse criado en la calle, y eso. Por supuesto, Lux podría compararse también a Juno, cosa que han intentado en la CW por activa y por pasiva, y estos personajes cuadrarían perfectamente en una película de Jason Reitman, ahora bien, creo que las comparaciones son odiosas y que Life Unexpected, si la CW la deja desarrollarse, puede valerse por si misma durante mucho tiempo.
O sea que a pesar de su exceso de sacarina ocasional, Life Unexpected tiene ese no-sé-qué-qué-sé-yo, que junto a sus diálogos y la entrañabilidad de sus personajes, la hacen una apuesta segura. Lux ha llegado a la vida de Cate and Baze para darles una segunda oportunidad (y para que maduren de una vez, de paso) y, qué queréis que os diga, yo tengo ganas de saber qué les depara el futuro a estos personajes, aunque las historias a veces estén un poco cogidas con pinzas y Lux acabe haciendo la maleta en cada episodio.