Subasta de solteros
A pesar de que el experimento no ha salido bien, algo que todos sabíamos que pasaría, yo me alegro de que Telecinco se haya atrevido a producir I love Escassi. Porque aunque estemos convencidos de que el público ama la morralla, eso no quita que tengamos que presentar la mierda en un paquete bonito. Y ese es el error de muchas cadenas, que puesto que saben que al público le gusta más el estiércol que a un tonto un lápiz, no se dan cuenta de que no nos gusta sentir que nos estamos revolcando en él, sino, disfrutando de él.
Y es que a pesar de que Escassi me parece una gran opción para protagonizar un dating show, Telecinco es una cadena demasiado grande y las concursantas aspirantes a lucir palmito al lado de Escassi en la portada del Qué me dices, eran de una calaña tan baja que hasta avergonzarían a Patricia Gaztañaga. Sólo hay que ver que después del segundo capítulo, Jesús Vázquez se bajó del carro. Así que espero que cuando la TDT evolucione y podamos explotar el lado (más) bizarro del 40 Latino, volvamos a tener la oportunidad de disfrutar de un programa de estos y pongan Rafa Mora de presentador.
En Estados Unidos, los dating shows son más viejos que la polka y para el tiempo que a Bertín Osborne le pusieron a adaptar el Contacto con Tacto, allí hacía años que The Dating Game se había estrenado y personajes todavía desconocidos como Steve Martin, Tom Selleck, Farrah Fawcett o hasta Sally Field, fueron a encontrar pareja. Estos programas con perfiles más light sí tienen cabida en una cadena grande, véase casos españoles como Su media naranja, Amor a primera vista o hasta Mujeres, hombres y viceversa. Pero cuando entramos en terrenos dadaístas, tenemos que asumir, que tanto el volumen de públicos como los anunciantes abiertos a patrocinar atrocidades, son muy inferiores.
The Bachelor fue uno de los primeros concursos donde el tema no era sólo ir a buscar pareja si no ir en manada a intentar ligar-se a un macho alfa. Desde 2002, hordas de mujeres han intentado pillar un buen partido, desde médicos a empresarios y hasta príncipes han sido el soltero de oro. Aunque el récord de longevidad de una pareja han sido cinco años. Y fue un milagro. Aunque mi favorito fue Brad Womack (el de la foto), Bachelor del 2007, que cuando llegó el punto de tener que proponer matrimonio a una de las dos finalistas, dijo que nanai del peluquín y las dejó allí plantaditas.
El programa tiene su versión femenina en The Bachelorette, siendo la mayoría de protagonistas mujeres rechazadas por algún Bachelor. Sólo la primera de todas sigue con el macho que eligió en el programa.
Cadenas con largos historiales delictivos como la MTV y VH1 vieron el filón bizarro de este tipo de programas y decidieron que ya era hora de introducir el elemento famoso en el mundo parejil. De este modo cogieron a Flavor Flav, cantante de Public Enemy y le montaron un harén en su mansión. No hace falta que os explique las zapatiestas que se montan. Sólo diré que el programa ha tenido dignos spin-off en I love New York, protagonizada por una de las más infames concursantes de la historia de la televisión y el adictivo Charm School, donde intentaban enseñar modales a descarriadas concursantes de Flavor of Love.
En su segunda temporada Sharon Osbourne intentó enseñar algo de dignidad a las pasadas concursantes de otro famoso celebrity dating show, Rock of Love, donde chusma digna de Jersey Shore intenta magrearse con el trasnochadísmo Bret Michaels, antiguo cantante de los Poison.
Mención especial a A Shot at Love with Tila Tequila, donde la loca de Tila definiéndose bisexual, magreaba tanto a hombres como mujeres, mientras se peleaban como perras por sus favores (sexuales supongo). Está claro que de esta línea más salvage es de donde bebía I love Escassi. Está claro que en Telecinco no sabían lo que hacían.
Pero mi favorito favoritísimo de todos es My Antonio, programa en el que el verano pasado intentaron encontrarle pareja a Antonio Sabàto Jr. Como si lo necesitase. Bueno, al menos no lo necesitaba antes de pasarse con el Botox y que la gente se olvidase que en una vida pasada había sido el hunko de series tan recordadas como Earth 2. Con otra grande como Rebecca Gayheart.
Lo mejor de My Antonio es que, cuando menos se lo esperan las concursantes, entre las que hasta había una investigadora de la NASA, apareció la exmujer de Antonio, proclamando que todavía le amaba. Al final él escogió a otra. Ah, pero lo mejor es que, encima, también apareció la madre de My Antonio, para amargarles la existencia a las señoras de Sabàto wannabes.
Y, así, amigos, es como te das cuenta de que tu carrera ha terminado.
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