TLC: mi gran canal para marujas
En el otro extremo del cable, ahí, bien lejos de HBO y compañía, tenemos TLC, un canal que antaño se hacía conocer como The Learning Channel y que emitía, básicamente, programas divulgativos para edificar mentes desprevenidas bajo la estela del Discovery Channel.
Claro que, como no es oro todo lo que cablea, los chicos de TLC decidieron un día que querían que les viera alguien más que los miembros de la Paleoworld Appreciation Society, así que mutaron en lo que ahora es mi gran canal para marujas. Nada despectivo, que conste. Este verano me he perdido más de una serie por quedarme enganchada a alguna de las siguientes joyas en forma de reality doméstico:
Comienzo con los programas de cocina, que ya sabéis que en esta casa nos pierden. Los de TLC se enorgullecen de acoger a Buddy Valastro, el Cake Boss, que desde su pastelería en Hoboken es capaz de diseñar, elaborar y entregar a tiempo pasteles de cualquier forma. Vaya, que el tío es un maestro del fondand.
Luego están las hermanas tontuelas de DC Cupcakes, que se han estrenado este verano con su búsqueda de nuevos sabores y sus encargos semanales de enormes displays. Muy guionizadas, ellas (no me molesta que tengan guión, me molesta que se note tanto) pero montan unos tinglados con cupcakes la mar de monos, oye.
Sigo con una novedad este otoño: la versión en telerealidad de Big Love: Sister Wives, sobre Kody y sus tres esposas: Meri, Janelle y Christine, con las que tiene 13 hijos. Toma, toma, toma con los Brown.
Pero esperad que a los de TLC les gustan, y mucho, las familias numerosas. Ahí tienen 19 Kids and counting, un reality sobre la familia Duggar, con 19 hijos y ninguna intención de parar. Por supuesto, son cristianos conservadores, construyeron su casa viendo capítulos de bricomanía, educan a los niños a lo home-schooling, no les dejan tener citas sin carabina y viven en Tontitown, Arkansas (me evitaré la broma fácil). Que lo sepáis que comenzaron siendo 17 and counting, luego pasaron a 18 and counting y desde este verano son 19. Haced cálculos, la señora Duggar se queda embarazada cada año y medio.
Más familias numerosas: los de Quints by Surprise, que va sobre los Jones, que iban a buscar la parejita y les salieron quintilizos. Otras camadas a lo bestia: Sextuplets Take NY, que no hace falta que os diga de qué va, ¿no? Eso sí, los sixtillizos son latinos, que así cubren cuota.
Y a no ser que hayáis estado criogeneizados últimamente, sabréis del culebron con la familia Gosselin, pues ahora es Kate la que continúa con el reality en Kate Plus eight.
Menos numerosos, pero también, son los de The Great Getaway, con una familia de cinco hijos (tonterías las justas) que se va con su mega coche a recorrer Arizona en busca de la Ultimate American Vacation. A mí se me antoja a pesadilla, pero ellos sabrán. Y cinco son también los churumbeles de los Roloffs, de Litte People, Big World (yo creo que a estos también los he visto en algún canal infantil-juvenil patrio).
Momento bodas, que con algo se tiene que empezar la familia numerosa: Four Weddings, o lo que es lo mismo, cuatro perras del infierno compitiendo por ver quien monta la mejor boda, y Say Yes to the Dress, sobre novias indecisas y empleados que seguramente están hasta las narices de las novias indecisas pero que lo disimulan muy bien porque los vestidos son terriblemente caros.
Luego tenemos The little couple, sobre la vida de los recién casados Bill y Jen. Como los Roloffs, de Litte People, Big World, el little es algo recurrente en el título ya que Bill y Jen también tienen enanismo.
Sigo con el rollo familiar con A conception story, sobre seis mujeres que intentan quedarse embarazadas, y también de concepciones pero más en formato “no me lo puedo creer” va I didn’t know I was pregnant, sobre señoras que pasan meses de embarazo o incluso dan a luz sin saber que estaban embarazadas. Amazing.
Por supuesto, también tienen algo, tipo testimonial, por si algún macho alfa o alguna señora que no cuenta margaritas o predictors positivos para irse a dormir, se han perdido en el zapping: American Chopper, BBQ Pitmasters, LA Ink y Miami Ink, sobre el mundo de los tatoos, o Mall Cops, aunque creo que el de los polis es también para marujonas reconfortadas por guapos policías que encuentran a sus niños perdidos en el centro comercial, y es que con la de familias numerosas que se prodigan por la cadena, no me extraña que se pierdan infinidad de niños, la verdad.
Y me he dejado varias perlas, en serio, que podréis seguir sin problemas en la web de la cadena, aunque no quiero acabar sin mencionar Toddlers and Tiaras, el reality dedicado al espeluznante mundo de las niñas modelo y sus madres locas que las visten como putas barbis. Claro que el espíritu del reality no es tan negativo, pero es que a mi se me pone la gallina de piel nada más verlo.