Perturbaciones en la fuerza
El abril que nos viene se ha convertido en la esperanza blanca de una temporada que de poco no nos deja llorando por los rincones. Parece que ya se ve la luz al final del túnel (yo en mi luz veo a Jamie Bamber y a su toalla) y las cadenas por fin se ponen las pilas, con demasiados meses de retraso.
No he venido hoy a detallar la tele de los abriles futuros (no exactamente), que otros ya lo han hecho la mar de bien. Hoy estoy de viernes y la fuerza es poderosa en mi, otra vez. Y es que, de forma cíclica, los caminos de la fuerza se abren ante nosotros y nos invade una (otra) oleada de fiebre starwasera.
Cuando sea mayor y me salga barba, quiero ser como George Lucas, inventarme una historia y conseguir, cada 3 o 4 años, que parezca que en el mundo no existiría vida inteligente sin ella.
¿A qué viene todo esto? Pues que los chicos de la cadena de cable Spike TV, cansados de emitir una y otra vez episodios de Star Trek, se hicieron hace no mucho con los derechos para emitir en televisión toda la saga de Star Wars. Sinceramente, yo pensaba que ya habíamos superado esta fase, pero parece que el Episode III: Revenge of the Sith aún no se había pasado por la tele (al menos por cable), y Spike TV consiguió arrebatar el pastel a la NBC y a la Turner, que se quedaron con las ganas de perturbar la fuerza.
Promocionar Star Wars pueder ser tanto un caramelito como una tortura. Como veis, Spike TV ha optado por la vía graciosilla (me parto con la de Annie), a ver si consiguen que el día 4 alguno de sus espectadores potenciales les vea a ellos y pase del maratón/regreso galáctico en SciFi. Amiguetes, los dvd’s se inventaron por algo, pero igualmente se agradece que hayáis empapelado New York con la princesa Leia en bikini.