Back from London

Acabo de volver de Londres y hace casi una semana que no actualizo. Prometo no hacerlo más, pero me fui por motivos de trabajo. Casi no pude hacer nada de lo que me gusta: no estaban mis amigos, no estaba mi compañero de trifulcas, no pude postear, no vi la tele y ¡casi no pude comprar!

Estar allí me hizo darme cuenta de muchas cosas, pero la más importante es que yo no bebo mucho. Esto de empezar a privar a las 6 de la tarde afecta un huevo y ver como los seguratas se llevan a algunos de tus compañeros del pub para dejarlos durmiendo en el suelo de la puta calle, no tiene precio.

eastenders

Total, que volviendo en el avión me puse a pensar que ese es un país del que pocas cosas me encantan. Tiene cosas buenas, como todo, pero mira, ni fu ni fa. De hecho, no me gusta mucho ni la tele que hacen. Como ellos, es gris, comprimida y ebria.

Así, a bote pronto, se me ocurren pocas series inglesas a las que me haya enganchado. Mi primer amor fue, sin duda, “Eastenders”, denotando mi temprana tendencia a los culebrones urbanos. Los rollos de estrellantonia quiere a luisfernando nunca me han llamado la atención, pero los de el hijo de Polly, el que tiene la lavandería es gay y se ha liado con el hermano de James, el que sirve pintas en el Queen Victoria sí. Y “Eastenders” fue una de las primeras en mi vida, junto con “Neighbours” y “Santa Bárbara”.

young ones

Por supuesto, gracias a la programación de la televisión catalana, pude descubrir rarezas como “The Young Ones”, “Bottom”, estandartes del humor inglés más punk de principios de los ’80, con un histriónico Rik Mayall, a la cabeza. Yo aún maldigo a Chris Columbus por descartar su aparición en la primera película de “Harry Potter” encarnado al cabronazo fantasma Peeves. Sin dejar de mecionar, claro, perlas imprescindibles como “Red dwarf” o “The Black Adder” (de lo mejor de Hugh Laurie sin duda).

allo allo

Pero siempre le tuve un cariño especial a “Alló, Alló”, con ese René persiguiendo a sus camareras y escondiendo a la resistencia francesa de unos nazis proclives a las ligas y a los corsés de encaje. Y claro, mis queridos Monty Python, que a parte de sus hilarantes películas, invadieron la televisión británica de su “Flying Circus”. Aún lloro cuando veo el gag del Ministerio de andares tontos, el partido de fútbol de filósofos griegos contra alemanes o el Nobody expects the Spanish inquisition.

Spanish Inquisition

Total, que he vuelto, así que voy a volver a mis apariciones diarias en ByTheWay. Sin la cochina de Montse, eso sí, que me ha abandonado para irse al Caribe. Y, por cierto, mañana voy a comunicarme personalmente con los afortunados del concurso navideño, así que cerramos paradeta y me voy a poner con los envíos. Un abrazo a todos. HE VUELTOOOOO.