Head of the Class
Para mí, las horas que empezó a emitir Canal + en abierto fueron como agua de mayo. Mi mueble más preciado de la casa cada vez me daba más alegrías y, gracias al Plus descubrí algunas de las series que marcaron mi más tierna infancia. Por todos es sabido mi querencia irreflexiva hacia “Padres Forzosos”, que fue como una mamá para mí, pero hubieron muchas otras. Entre ellas “Los primeros de la clase”, una serie entrañable que me acompañó durante las horas de la comida entre clase y clase y que empezó a despertar mi amor por Manhattan y las gentes que allí vivían.
El Dr. Johnny Fever, de “Radio Cincinatti”, interpretaba un actor de tercera regional, que se convierte en profe sustituto de una clase de chavales superdotados, intentando ofrecer a estos geeks adolescentes una visión más laxa y mundana de la vida. Su misión, en un principio era sólo vigilarles mientras estudiaban solos, pero se convierte en su mentor y se propone hacerles pensar más allá del mero saber. Durante toda la serie intentará hacer que se impliquen en proyectos a los que no están acostumbrados, como cerebritos que son. De este modo, vamos a ver a estos alumnos aventajados jugando al voley, haciendo videoclips o montando musicales, cosa que se repetiría cada temporada.
Vamos, que las tramas, en general siempre eran las mismas: el choque socio-cultural de un tío de mundo hecho a si mismo y conocedor de lo que se cuece en la calle, con un grupo de niñatos mucho más inteligentes que él, pero con un conocimiento del mundo real de menos infinito. Con lo cual, es evidente que, para mí, esta serie saltó el tiburón en el momento en el que dejaron escapar al Dr. Fever (Howard Hesseman) y lo sustituyeron por el escocés errante (Billy Connolly). Y además, el rollo que tenían el profesor Moore y el Dr. Samuels, el típico director gordo que no se entera de qué va la película, para mí no tenía comparación con el humor inglés de Billy MacGregor, a quien hicieron un spin-off llamado «Billy«, que duró menos de dos telediarios.
Los alumnos originales eran Maria, Arvid, Darlene, Simone, Jawaharlal, Alan, Eric, Sarah, Dennis, y Janice. Vamos los de la foto menos la negra de los pies levantados, que me he colado y, como me caía bien la he puesto en el montash. Como, además era el típico profe que nadie tuvo que, se aburría y era como un padre para los alumnos, de paso les arreglaba la vida. A Arvid, el geek de los bolis, le enseñó a vivir la vida y a Dennis, el gordo loco, a controlar sus bromas pesadas. Eric (Brian Robbins, actual productor de series como «Popular» o «One Tree Hill«), era el típico chulito listo de la calle que no quería estar en esa clase de nerds y claro, el Sr. Moore le reinserta en la sociedad. También teníamos a Alan, el pijo pomposo republicano y a la gran Janice, una niña de 10 años más lista que todos, pero al margen de las visicitudes de la adolescencia.
Puesto que la serie se estrenó en 1986, y yo era muy pequeña, los recuerdos se me difuminan en mi vasto cerebro, pero sí recuerdo, que tras tres temporadas (la serie duró 5), T.J. (la hija de Richard Pryor), Maria y Jawaharlal (uno de mis preferidos), se fueron y tuvieron que entrar Vicki, Alex, y Aristotle. Así que para mí, el momento cúlmen de la serie fue cuando, en la tercera temporada, la clase de los IHP (Individualized Honors Program) se van a Rusia, para competir en un torneo académico contra los soviéticos que ya había empezado en la primera temporada. Cómo me ponían a mí los torneos académicos, mención especial a «Escúchame» con Kirk Cameron. «Head of the Class» fue la primera sitcom americana en grabarse enteramente en Rusia. Al final, como era de esperar, nuestros pequeños yanquis ganan el torneo pero todo se acaba en plan hermandad y armonía con un concierto en Gorky Park cantando «Faraway Land«, con un cantante americano y uno ruso. Que perjudicial fue la era Reagan, por diox.
Para los que no la recordéis, aquí os traigo la intro de la serie. Es tan entrañable que NUNCA me he quitado esta musiquita de la cabeza. Ai, voy a llorar un rato.
Esta noche voy a ver si puedo encontrar algo por los servidores ajenos, porque en San YouTube, solo he podido encontrar 9 minutos de metraje que son en los que aparece un jóven y bastante dumb macarra Brad Pitt.
Y si queréis verles en más imágenes y seguir llorando de la emoción, como yo, os dejo el link al video que puse hace tiempo, donde nos damos cuenta de, por qué la ABC dominó los años ’80 sin rival alguno.