Gilmore’s final step
Muchos rumores han corrido este año sobre el posible final de “Las chicas Gilmore” al final de esta temporada y, a día de hoy, me jugaría mi sagrado café de la mañana a que así va a ser. Que si Lauren Graham quería centrarse en otros proyectos, que si era Alexis Bledel quien quería redireccionar si carrera o que Lauren dijo que sin Alexis, ella no seguía en la serie. When the river sounds, water carries.
A pesar de que los fans querían negar la evidencia, hoy se ha confirmado la noticia de que Melissa McCarthy (Sookie) está en negociaciones para participar en la próxima sitcom de la ABC, protagonizada por la hija pródiga Christina Applegate, llamada “Sam I am”, sobre una mujer con amnesia que deberá re-descubrir su vida. Sabéis que soy una fan acérrima de las Gilmore y todo lo que rodea a Stars Hollow, pero también soy de las que piensan que las cosas hay que saber acabarlas a tiempo y, después de la ajetreada temporada que han tenido en la CW, creo que ha llegado el momento de despedirnos de ellas.
La marcha del Team Palladino al final de la 6ª temporada, fue una señal de que algo olía a podrido en Dinamarca y que la serie estaba llegando a su fin. David Rosenthal tomó las riendas de la serie con toda la buena intención del mundo. Pero yo creo que hasta él mismo sabía que eso no llevaría a ninguna parte. Los Palladino habían creado la serie y escrito sus característicos diálogos durante años. Sin ellos, ¿dónde iba el barco?
Los fans reniegan de esta séptima temporada aludiendo que es la peor de todas, aunque yo creo que, Rosenthal no hizo más que seguir la historia donde se había dejado la temporada anterior porque, no nos engañemos, la decadencia de la esencia Gilmore empezó bastante antes. Y el team Palladino aún estaba allí. Personalmente, creo que el principio del fin fue el hecho de separar físicamente a las Gilmore. Cuando Rory abandona Stars Hollow para ir a Yale, se perdió la magia característica de la serie. Ya no sólo en el hecho de separar a Rory y a Lorelai, si no deshacer también la unión entre Rory y Lane (Keiko Agena). Toda la trama de Lane queda muy coja con la ausencia de Rory y tuvo que fortalecerse con todo el rollo de la banda de rock y el trabajo de Lane en la cafetería de Luke (Scott Patterson). Lo único positivo que sale de todo esto es que hemos podido disfrutar de más momentos de la grandísima Paris Geller (Liza Weil). No olvidemos que los Palladino crearon el papel a la medida de la actriz.
Aunque todos notamos, desde el primer momento, que Luke y Lorelai estaban hechos el uno para el otro, nos hicieron esperar muchas temporadas para ver la materialización de todas nuestras esperanzas. Porque, como hemos comentado varias veces, resolver las tensiones sexuales demasiado pronto hace que se pierda la fuerza en la trama, así que la pareja ha pasado por tantos altibajos como temporadas tiene la serie pero, lo peor, ha sucedido en esta última. Dijésemos que Lorelai se casa con alguien que no es Luke, cosa que hizo que los más puristas que quisiesen tirar de todos los pelos del cuerpo. El gran chasco de esta temporada, sin duda. Porque, ¿cómo imaginar a Lorelai sin Rory y sin Luke?
Pero tranquilos, la prueba inapelable de que “Las chicas Gilmore” está emprendiendo su camino a la eternidad, a parte del hecho que los actores de la serie ya se están buscando trabajo para el futuro, es que Lorelai y Luke acaban entrando en razón. Aún no ha pasado nada, pero se nota, se siente, está en el ambiente. Se atisba el final.