Galactica season finale: holy, holy, holy frak!
Kristin decía hace algunos días en su blog que estaba convencida de que la “D” de Ronald D. Moore significa “Diabolical Genius”. Yo pensé: esta Kristin, siempre tan apasionada que se le va la olla un poquito. Sin embargo, este fin de semana me he dado el lujo de ver enterita la tercera temporada y tengo que admitir que coincido con ella.
Vale, quien no lo intuya en este momento, aviso: voy a hacer un uso extensivo de los spoilers (subsección tercera temporada) en este post.
Los que continuéis leyendo, seguramente ya sabréis, habréis comprobado o os habrán explicado (yo misma, por ejemplo) que Battlestar Galactica es mucho más que una serie de ciencia ficción (frak, suena tópico) y bla bla bla. Como cualquier otra serie, BSG ha pasado y pasará por momentos buenos y por otros que no lo son tanto, pero la verdad es que esta tercera temporada que acaba de finalizar tiene, ya no momentos buenos, sino momentos gloriosos de tirarse al suelo y besar la pantalla o, como suele ser más frecuente en mi caso, levantar los brazos y gritar a lo Hiro Nakamura.
No me negaréis que Starbuck, en el primer episodio, matando a puñaladas al cylon manipulador, para inmediatamente después ponerse a comer cual señorita con tirabuzones colocándose la servilleta con una mano que aún gotea sangre de Leoben, no es un comienzo de esos que te dejan la mandíbula en el salón de la vecina de abajo. See you soon, Kara.
Algunos capítulos más adelante, el momento épico de la temporada, con Will Adama dando por fracasada la operación de rescate de New Caprica y despidiéndose de la tripulación, cuando aparece Lee con la Pegasus cual Han Solo y su Halcón Milenario. Previsible, pero thank you, Lee.
Continuo con el pobre Dixon cayendo literalmente de una nave cylon en pleno hangar galactico ante la mirada de “no me puedo creer lo que estoy viendo” de media tripulación. Aquí casi tiro el mando, la verdad, no sabía que Carl Lumbly aparecería en la serie. Grata, grata sorpresa.
Y llego al que es, para mi, el episodio más electrizante de la temporada: Unfinished business, donde patearse la cara acaba significando mucho más que destrozarle la tocha al contrincante, y donde nos explican muchas cosas que llevábamos tiempo preguntándonos. La lagrimilla se me caía cuando Lee y Kara, después de hacerse casi tanto daño físico como emocional (aunque uno de los dos se lleva la palma), se abrazan, chorreando sangre. I missed you.
Sigo. La discusión Anders/Adama en “the algae planet” por la vida de Starbuck. Ambos súper sudados, súper brillantes, súper, súper. If she dies out ther I’ll kill you. If she dies out there I’ll let you. A este momento le añado la cara de pasmo de Dualla cuando Lee le pide que rescate a Kara. Si es que esto no puede acabar bien. By the way, ¿alguien más cree que Anders está mucho, pero que mucho mejor que Lee?
Después de varios episodios, incluído el de la “muerte” de starbuck en que intuyes que se prepara algo frakking big, galactica experimenta con el género “abogados”, despoja a Lee de su uniforme, le pone un traje más terrible aún que el de Michael Scofield y nos hace creer que es Bobby Donnell defendiendo, con éxito, a un capullo inocente. Not guilty!
Una colocada, una cylon convertida y la mejor y más interesante cylon desde que se estrenó la serie tienen lo mismo en la cabeza: Hera. Interesante. She is the shape of things to come.
Una canción, Bob Dylan y cuatro de los cinco últimos. Holy frak! Esto plantea muchas preguntas ¿verdad? ¡Menudo fin de fiesta! We are cylons.
Que no podía estar muerta lo sabíamos todos, aún así, su regreso es mucho más que un alivio, es otro interrogante de proporciones inconmensurables. Estos tres últimos minutos de la temporada son verdaderamente un regalo de los dioses, y ciertamente debería haberme contado las pulsaciones cuando al final apareció la tierra. “D”, de diabolical genius.
Finalmente, no me olvido del maravilloso trabajo de los montadores y el buen uso que hacen la mayoría de las veces de la banda sonora y en especial con All Along the Watchtower. Habéis tenido la culpa de que se me erizaran la práctica totalidad de mis pelillos, holy frak.
Y ahora os toca a vosotros, majetes, ¿cuáles son vuestros mejores momentos de la tercera, esos que os dejaron sin palabras, con los ojos un metro por delante, el corazón descompuesto y los incisivos rodando por el parquet? Y… si os apetece ¿qué creéis que pasará, cuál es la explicación a esta crazy última hora de Galactica, es acaso Bob Dylan un cylon?