Museum of the Moving Image

La única forma de sobrevivir estos días a la chunga jornada laboral es pensar en las vacaciones (los que las tengáis en verano, claro). Seguramente, algunos de vosotros volaréis hacia New York durante los próximos meses, que para algo es el destino de moda, y los que aún no os hayáis decidido, estáis a tiempo de comprar un billetico para plantaros en la Big Apple y poneros ciegos de New York cheescake.

Después del atracón, y si la apretada agenda de un turista en New York lo permite, vale la pena pasarse por el museo de la imagen en movimento (Museum of the Moving Image) en Queens. Don’t worry, en la web explican muy clarito cómo ir, y si nosotras llegamos sin problemas, creedme, cualquiera puede hacerlo.

Singin’ in the rain

Entre semana el museo está bastante tranquilo, a no ser que os topéis con alguna escuela o grupo ruidoso. Si es así, vale la pena esquivarlos para poder pasar un buen rato en las instalaciones que os permitirán doblar fragmentos de películas, ver seriales antiguos o documentales, jugar con los kromas simulando que estáis en un edificio en llamas o crearos vuestro propio flipbook. Para que veáis lo pirulacho que es lo del flipbook, ahí va un video del montaje del nuestro:

Los chicos del museo tienen, además, una colección bastante importante de objetos varios como los primeros estudios sobre el movimiento de Eadweard Muybridge, uno de los carros bizarros de Ben-Hur, la reproducción mecánica de la niña del exorcista que utilizaron para la escena en que el angelito gira la cabeza 360º y la joya de la corona: una marioneta de Yoda utilizada en El Imperio Contraataca.

Yoda

Por si os quedáis con ganas de más, también exhiben toda clase de merchandising de series de televisión además de vestuario original como el de Bill Cosby en su show o Carrie Broadshaw en Sexo en Nueva York. Diría que lo de la ropita es itinerante, así que igual ahora os encontráis con el uniforme de la cheerleader.

El museo dedica también un espacio a los videojuegos donde tienen desde lo último de lo último a la primera maquinita arcade de monedas. Lo mejor es que os dejarán jugar con la mayoría de ellas, aunque será asunto vuestro ir por ahí rompiendo piernas a adolescentes y no tan adolescentes para que dejen las máquinas libres.

Por último, y para que no os llevéis una decepción, tenéis que saber que la tienda es un poco truña, ¡con lo que podría dar de si esa tienda! En fin, os dejo, y que tengáis unas buenas vacaciones.