Confesiones: American Gladiators
Personalmente creo que el fric nace, no se hace. Yo, que ya nací con el don, siempre fui fan de las rarezas y me quitaba el sueño perderme según qué programas de la tele. Por el bien de mis nervios mi madre cedió y empezó a permitirme desarrollar toda mi vida delante de la tele: podía hacer los deberes, comer, hablar, cocinar y hasta hacerte un crucigrama.
Uno de los programas que esperaba con más anhelo y que recuerdo con más cariño era “Gladiadores Americanos”. No os sabría explicar que tipo de atracción atávica despertaba en mi esa panda de vigoréxicos, pero el caso es que me daba mucha rabia perderme un programa.
Cada capítulo consistía en una serie de pruebas físicas de destreza y agilidad que enfrentaban a dos parejas de participantes por programa (hombres por un lado, mujeres por otro), quedando el ganador clasificado para la siguiente ronda, hasta que al final de la temporada quedaban los dos mejores de cada sexo. En cada desafío los gladiadores se ocupaban de impedir que los aspirantes a cachas consiguiesen su objetivo.
Los gladiadores y gladiadoras eran todos antiguos atletas, culturistas y especialistas de cine y tenían nombres potentes tipo: Nitro, Thunder, Zap, Bronco, Laser, Titan o Turbo. Y las pruebas, qué mítico todo, eran de lo más pintoresco. Con nombres como: el asalto, la justa, el cañón humano, el muro o el eliminador, ya os podéis imaginar que se daban de hostias a cascoporro. Y eso es lo que molaba. Os confieso que mi preferida era la justa, donde el aspirante se enfrentaba contra un gladiator en una batalla mano a mano con una especie de tubo con almohadas en sus extremos, y en 30 segundos tenían que derribarse de la peana en la que estaban subidos.
El tema es que todo vuelve. Igual que ahora ha vuelto el puñetero Pressing Catch, dios sabrá por qué, la NBC pretende revivir a los American Gladitors como midseason replacement. ¿Cuál será la innovación? Pues que, a parte de los guantazos también vamos a saber más de los musculmanes y los concursantes, o sea, en plan reality siguiendo las penas y alegrías de los concursantes delante y detrás de las cámaras.
Y, ¿qué es lo mejor de todo esto? Que el presentador de esta nueva edición no es otro que el rey de los anabolizados: Hulk Hogan. El hombre que se rasgaba las vestiduras antes de empezar un combate y que antes de liarse a hostias con los Hermanos Sacamantecas, alertaba a los niños de no practicar las luchas en casa, al más puro estilo Mr.T, treat your mother right.