Fama School
La resaca post-Fama nos dejó muy perturbados a todos y es por eso que no he podido hacerme a la idea todavía que los de Cuatro ya han lanzado Fama School, donde esta vez podemos admirar las artes danzarinas de los menores de edad. Y como la ley no permite que duerman fuera de sus casas, pues el tema de ser un reality para convertirse en un simple concurso.
El programa, tiene más de Lluvia de Estrellas que del propio Fama, pero da más bien igual al ver que el 98% bailan mejor que los adultos que ahora protagonizan Zarzuelas y bailan con artistas de renombre mundial como Beatriz Luengo o Banghra. Eso sí, en vez de tener al gran Bertín Osborne, nos tenemos que conformar con tener a Super Paula. Porque aquí repiten todos los profes que más que enseñando, están de comentaristas de la jugada. A más de uno se le nota que está allí pasando el rato mientras calcula el grosor de su cuenta bancaria. Porque ya os digo yo que los comentarios de Vicky (porque ganar el programa le da derecho a opinar) son de la profundidad del: Tienes madera.
No os puedo contar mucho de la dinámica porque, como era de esperar, no entiendo nada. Hay gente que concursa individualmente y otros en grupetes. Bailando, bailando, acabé triunfando y un día de estos el concurso se acabará y el premio de ganador será el mismo chollo aquel de la beca en una escuela de baile. Con lo contentos que estarían todos los orgullosos padres de que les diesen unos eurillos para tapar cuatro agujeros.
Resumiendo, que no pierdo ni un minuto más de mi vida viendo hacer contorsionismos a abuelas atrapadas en el cuerpo de niñas de 11 años. ¿Hay algo más siniestro que oír hablar a un niño como si ya estuviese de vuelta de todo? Efectivamente, hay algo peor, ver cómo el niño hace eso mientras su madre le observa en la grada entre sollozos mientra intenta imitar los pasos de su vástago.
A todas estas yo aún no he superado los últimos impactos de Fama, the original. Que si resulta cuando Lorena se metía mano salvajemente con Alex, ya no tenía novio, que si Hugo sale en la portada de la SuperPop, como el nuevo ídolo de las pre-adolescentes y, lo peor de todo, que al final han mancillado la imagen benevolente que yo tenía de Ángel, enseñándome unas imágenes suyas realizando manualidades frente a una webcam. If you know what I mean…vamos, que cualquiera tiene un mal día, pero es que no sé yo si la carrera de estrella adolescente es compaginable con la de practicante del onanismo online.