Iron Chef America
Fanfatal como soy de los programas de cocina, no fue hasta el año pasado que me descubrieron la octava maravilla de la cocina televisiva: Iron Chef America. Super concurso culinario que emite el canal Food Network y que es una adaptación de el Iron Chef japonés. Tamaña locura sólo podía venir de nuestros amigos nipones.
La dinámica parece sencilla a primera vista: los cuatro Iron Chefs residentes, todos ellos bien conocidos en Estados Unidos, son retados en cada programa por otros super chefs, todos ellos también dueños de restaurantes a lo largo y ancho del país. A bote pronto, el concurso parece algo que ya tenemos muy visto…pero no, no habéis visto nada parecido.
En tan solo una hora, los dos chef (junto a sus ayudantes) tendrán que preparar cinco platos, todos basados en el ingrediente secreto que se les revelará al principio de cada programa, ya sea bacalao, chocolate o huevos de avestruz. El ganador lo decidirán tres jueces diferentes en cada programa, donde dos son conocidos críticos culinarios y el tercero acostumbra a ser una cara conocida: desde Anderson Cooper (el Jon Sistiaga americano), nuestra amada Tina Fey o la cantante Jewel.
Las batallas se celebran en lo que ellos llaman el Kitchen Stadium, equipado con las más novedosas máquina culinarias capaces de hacer palidecer al esferificador de Ferràn Adrià. Y, a pesar de que el programa tiene dos presentadores, el Kitchen Stadium está presidido por… y aquí viene lo más surrealista… Mark Dacascos. Sí, amigos, el Mark Dacascos de Crying Freeman. El ídolo del friqui del barrio de Torrente.
Él es quien muchas veces elige al Iron Chef al que se va a enfrentar el aspirante y también quien desvela el ingrediente secreto. Y, a parte de una presentación psicotrópica del programa donde mezcla manzanas y pimientos con artes marciales y patadas voladoras, antes de dar comienzo a la batalla, siempre dice estas palabras que hacen que me tronche de risa cada vez que las oigo:
“So now America, with an open heart and an empty stomach, I say unto you in the words of my uncle: Allez Cuisine!” – [Ahora América, con el corazón abierto y el estómago vacío, os digo, con las palabras de mi tío: ¡A cocinar!]
Fascinante. Cómo fascinante es ver cocinar a los Iron Chefs. A saber: Masaharu Morimoto, Cat Cora, Michael Symon, Bobby Flay y Mario Batali. Aunque me gusta mucho el estilo japonés de Morimoto, debo reconocer que mi favorito siempre ha sido Mario Batali, con su apetecible cocina italiana y su orondo buen humor. También es verdad quien ha ganado más batallas y mejor cae a todo el mundo. Ya se sabe el ego que tienen los chefs y lo mal que lleva algunos las críticas.
Bobby Flay por ejemplo, experto en cocina sureña y marido de la actriz Stephanie March, me cae más bien mal y es por eso que me alegré tanto de que nuestro Iron Chef patrio, José Andrés, le diese una paliza en la Goat Battle (batalla de la cabra). Sí amigos, con sus múltiples restaurantes en Washington, nuestro José Andrés es toda una celebridad en yanquilandia.
Para que veáis la magnitud de esta locura, hasta ha sido parodiada en mi añorada Futurama. En el episodio «30% Iron Chef», Bender reta a su ídolo Elzar a enfrentarse en una batalla culinaria llamada Iron Cook. Y es que, amigos, este surrealista concurso es adictivo. El ritmo frenético del programa hace que durante una hora el espectador se vea sumergido en una bacanal culinaria espectacular. Evidentemente estoy totalmente enganchada y profundamente deprimida por las pocas fuentes de descarga que tiene mi proveedor televisivo habitual.