Gran Hermano 10: Cagándola a tope
Como cada año, en casa nos dispusimos a ver la primera gala de Gran Hermano, sin muchas esperanzas. Hace años que cada vez que empieza el programa pienso que los concursantes son lo peor y que voy a abandonar el programa. Como podéis imaginar, lo acabo siempre viendo entero. Pero eso no quita que sus concursantes me parezcan lo más anodino que ha parido madre.
Pero este año fue diferente. De repente en la casa estaba entrando gente que me interesaba lo que pudiesen hacer. Y por supuesto no me refiero a la típica “soy modelo”, al caducado “me vuelven loco las mujeres” o al habitual habitante de la España profunda. Este año me reí de lo lindo con los vídeos de presentación de los personajes. esto prometía.
La primera que entra en la casa es una cholodancer miniatura, conocida en mi casa como Charla (en honor a The Amazing Race). La primera en la frente. Después meten a Palomares, que el pobre no quiere decir que es gay y colarnos que tiene novia. Pero en el video de presentación dice cosas como “soy una cabra”. También tenemos a la china Li, que entre lo que no pilla y lo que prefiere no pillar, es la monda. Evidentemente le dan miedo los machos ibéricos de pelo en pecho.
Por otro lado está Mirentxu, la abuela moderna, que es más fashion que Victoria Beckham pero que hace los típicos comentarios que haría mi iaia. O sea, la monda. Casi lloro con Ana Toro “yo antes era pija pero ahora soy rebelde”. Se la sopla estar como una cabra y a mí me encanta. Esto de ladrarle a la peña no tiene precio, de hecho, me lo voy a quedar para mi propia cosecha. Y Germán. Grande Germán. Una suerte de Jim Carrey apocholado de la Cataluña interior. O le odias o le amas, y yo le amo. Ya le tenía calado de la televisión local, su marcopaqueti y su griterío no le hacen pasar desapercibido. Pero es que este hombre es la monda.
No nos engañemos, la casa de Gran Hermano necesita personajes así. Gente que sea capaz de animar el cotarro y huir de partidas de parchís, conversaciones sobre la simbiosis y lloros por no tener secador de pelo. Entonces, ¿cómo puede ser que Germán haya sido el primer expulsado? Algunos apuntan premeditadamente a que le echaron por ser catalán y otros alegan que las votaciones del programa no fueron claras, pues no quedaba claro si se debía votar por tu favorito o por el que menos te gustaba. Aquí podéis ver un vídeo donde lo explican todo. ¿Cómo va a ser Germán el menos votado si hay peña tan androide como la azafata pechugona y el financiero cristiano? ¿Cómo pueden dejarme sin saber qué saldría de la fusión de Germán y Ana Toro? He perdido la ilusión.
Evidentemente ya se oyen rumores de que le volverán a meter en la casa, pero la verdad es que no se cómo lo van a hacer. Y es que otro clásico del programa es ser más cutres que la charito y no dar pie con bola. Pero esta vez la han cagado pero bien.
Germán for president.