Bien sabéis que en esta casa adoramos cualquier cosa que haga Nathan Fillion, aunque sea tirarse pedos con olor a frutas silvestres. Castle, su última hazaña, es además una maravilla de las series de detectives con chico+chica, lo que yo llamo “grandeza proporcionadora de inmensa felicidad”, y eso, en los tiempos que corren, mola mucho.
Por mucho que hubiera alegrado mi corazón, no es Nathan Fillion el creador y alimentador del twitter de Richard Castle, y cierto es que el tío se lo está currando. Castle lleva pocas semanas twitteando sus andanzas hacia y sobre nuevos misterios. Como explican en TV Squad, Castle se inició twitteando, como la mayoría de los mortales, sobre gilipolleces, como encuentros con su vecino Jerry Seinfeld, pero un día se tropezó con un pie muerto en la playa, y decidió investigarlo. A ver cómo acaba.
El mismísimo Fillion, mi twitteador/actor/y otras cosas preferido no tardó en followearle, y es que creo que el Fillion está sufriendo un Twitter-enganche, para regocijo mío y de muchos otros, que el tío es de lo más divertido.Que sí, que el twitter es útil para muchas cosas, pero a mi, principalmente, me divierte que Jewel Staitediga que American Idol without Paula is like @nathanfillion without a middle finger, y que Ming Na flipe en su primer día de rodaje de Stargate Universe en un plató lleno de kromas. Me interesan menos las aventurillas de personas que llevan anillo de pureza, pero les sigo igual, que soy algo cotilla.
Me alegra ver que lejos quedaron los tiempos de reinado twitteril de Ashton Kutcher (que me cae bien, pero ya cansaba), que está bastante por detrás del Fillion en el concurso Mr. Twitter. Lo que no se inventen… Go, Fillion, go!
Os dejo con el video en que Kevin Spacey intenta explicarle a Letterman qué carajo es eso del Twitter.
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