Momentos inolvidables: Barney Stinson’s Playbook
Triplete, Hat-Trick, whatever. Tres. Tres son los Emmys que podría acumular Neil Patrick Harris este año. Ya tiene dos, uno por haber presentado los Tony y otro por haber aparecido en Glee cantado, entre otras, esa canción que a Chenoa se le daba tan bien.
Seamos realistas, es bastante posible que no pase.
No, más que nada por no desentonar con lo que han sido las últimas ediciones de los Emmy. En realidad, me gustaría que me la bufase, como decimos por aquí, pero lo cierto es que como gane Jon Cryer me enfadaré… y mira, también patalearé si se lo lleva Chris Colfer (adoro Glee, pero no coincido con la mayoría de sus nominaciones). Si sube al escenario cualquiera de los chicos de Modern Family, seguramente podré reconciliarme con el mundo. Pero, si por alguna extraña razón, el poder de tres se impone y Neil Patrick Harris domina el mundo, me presento en el trabajo enfundada en un traje, lo juro por el estetoscopio de Doogie Houser.
Por eso es por lo que inicio aquí mi propia campaña for your emmy consideration recordando uno de mis momentos más memorables de Barney (y así, de paso, abro el camino a que la gran mayoría de momentos memorables de esta casa no sean sobre Ross Geller). En realidad son diversos momentos del capítulo The Playbook, donde Barney describe sus tácticas para ligar acabando en un retorcido twist, que me recuerda aquello de que How I Met Your Mother es la Lost de las comedias.
En fin, enjoy, y que tengáis un buen lunes.
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