Que también resuciten unos cuantos más
Podéis insultarme si queréis, pero hasta me hace gracia que Sara Tancredi vuelva en la cuarta temporada de Prison Break. Que diréis, ¿era necesario? Hombre, lo que no necesitábamos era otra temporada, pero vaya, ya que se tiran de cabeza (chiste fácil, lo siento), lo suyo es que añadan algo de tensión sexual. Que sí, que Michael y Sara son más sosos que un boli bic (cristal), pero soy una sentimental, qué queréis que os diga.
Sí, ya sé que acabó fatal, pero nada que un poquito de sangre de animadora no pueda solucionar, ¿no? Además, mucho rollo con la muerte de Sara, pero lo de Veronica fue muchísimo más cruel. Era amor de la vida de Lincoln, y cuando por fin parece que pueden comerse media perdiz, van y se
No es que la mujer me motive especialmente, pero como parece ser que murió en parte para que la innombrable pudiese vivir, pues igual sería interesante invertir el proceso. Nada, una idea.
Total, en la isla ya no hay nada que nos sorprenda y, entre nosotros, Jack anda últimamente un poco desmejorado, igual necesitaría un relevo como buenorro oficial, dios de las antorchas y señor de los walkie-talkies. No, Sawyer no cuenta.
Me da igual que para conseguirlo tengan que mandar a Luka a buscar las siete bolas de dragón. Estaremos de acuerdo en que lo que nos hicieron con Mark no tienen nombre, o si no que se lo pregunten a Irene, así que aún están a tiempo de redimirse y entrar en la sala vip del paraíso de las series, donde en vez de San Pedro, en la entrada seguramente estará el presidente Bartlet.