Tres Tristes Tríos – parte 1
Una de las bazas en las que se sustentan las series de mayor éxito es la tensión sexual entre algunos de sus personajes. Esta tensión sexual se puede manifestar de diferentes maneras, pues puede ser evidente o latente. Hay series que giran en torno a esas tensiones, mientras que hay otras que la sexualidad queda en un segundo plano de la historia, aunque si miras bien, ahí está. Chatos, hasta Jack Bauer tiene que frotarse alguna vez con alguien, aunque vaya mal de tiempo.
El secreto es saber mantener el equilibrio perfecto de tensión sexual en el transcurrir de la serie, pues el percal puede acabar pareciendo Sodoma y Gomorra, como en «Melrose Place«, o, si resuelves demasiado pronto el objeto de deseo, puedes acabar aburriendo al personal como cuando Fran Perea y la que te dije se liaron.
Con estas 4 parejas, abro hoy un especial de tres entregas de los mejores tríos, según mi opinión claro, pues no son todos los que están ni están todos los que son. Porque una buena manera de dar cancha a la tensión sensual y equilibrar las fuerzas es introduciendo un tercer sujeto en acción. Van a aumentar las tramas y el enganche del público, tras cabreo obligatorio porque, no nos engañemos, los tríos a menudo implican cuernacos de la hostia y gracia, lo que es gracia, no hacen. Vamos al lío:
Brenda, la chica nueva del barrio se liga al chico malo ricacho-abandonado-por-sus-padres y le regala su virginidad. Pero cuando decide irse a Francia de tourné europea, va el cabrón de Dylan y se lía con Kelly, su supuesta mejor amiga. Nena, nena, que esto es muy feo. Vale que Brenda se había fijado en Dean Caine (sin la capa de Superman), pero claro, vuelve a Beverly Hills y ya tenemos el pollo montado.
Recordemos que Kelly lo quería todo de Brenda y por eso estuvo mucho tiempo saliendo con Brandon. Al final de la serie, muchos años después de que Brenda abandonase la serie, Dylan y Kelly ya se habían cepillado a medio cast, pero en el último capítulo se quedan juntos forever and ever.
Gracias a diox, este trío dura poco. Vamos, ejemplo típico del que fue a Sevilla, perdió su silla. Nada me ha sabido más mal en televisión que ver a la pobre Sydney volver de un secuestro de dos años y encontrarse al amor de su vida casado… y con la más perraca de la ciudad. ¿Es que Vaughn no podía esperar un poco? ¿O seguir buscándola como hizo el gran Jack Bristow? Es imposible no odiar a Lauren y más cuando se descubre que es lo puto peor y además ¡se tira a Sark!.
Por suerte, consiguen eliminarla y, sin lanzar más spoilers, pensadlo bien, la serie no puede acabar mal. Y al fin, triunfará el amooooooor…
El avión cae en la isla y de lo primero que nos damos cuenta es que entre el médico buenorro y la misteriosa pecosa va a haber marro. Después, claro, te das cuenta de que ella buena no es y que, por supuesto, le va el rollo malote de Sawyer. Al fin y al cabo, los dos son delincuentes de poca monta, así que tienen cosas de las que hablar. Besa a Jack, pero también besa a Sawyer, pim pam, pim, pam…
Vale que, con todo lo que les pasa en esa puta isla no da para que te pongas a deshojar la margarita, pero Kate nos ha hecho estar tres temporadas pensando a cual de los dos prefería. Al menos hasta esta tercera temporada en la que, por fin, ha elegido al que ella quiere. ¿O no?…
Yo lo tengo muy claro: entre el übersexual y el hombre cónico, there’s no colour.
Esta fue la historia-del-nunca-acabar durante las dos pasadas temporadas. Duncan y Veronica, la pareja perfecta, novios de toda la vida y pum, él la deja. Cuando él intenta recuperarla, esta se ha enamorado de Logan, el que había sido mejor amigo de Duncan y novio de su difunta hermana Lily. Vamos, un follón del copón.
Como la historia de nuestros LoVe es un on-&-off again continuo, sin ser spoilerosa, seguro que el futuro nos deparará algún cambio más, pero si la CW tiene en mente cancelar las serie, soy capaz de entregar la poca alma que me queda al diablo para que se queden juntos.
Veronica es de las pocas chicas que está en el centro del trío pues, normalmente es un hombre el que pivota entre dos mujeres. Eso sí, con ella queda más fino que con otras, pues mientras las otras parecen unas frescas del copón, en Veronica todo fluye con normalidad.