Muérdeme, aunque seas el vampiro bueno!
Nos ha vuelto a subir la fiebre vampírica patrocinada por el estreno de la tercera temporada de True Blood, serie que de repente todo el mundo parece amar. Uhmmmmm. En fin, que cada uno sabrá qué le pide a sus vampiros de cabecera, pero yo tengo claro que los vampiros nos atraen porque muerden, y porque son misteriosos, y fuertes, y poderosos. Y muerden.
Y es por eso que el vampiro bueno come-ratas siempre es un muermo. Porque no muerde, y va por ahí con la misma pinta de pena que tengo yo cuando me da por no comer hidratos. Y cuando muerde se pasa capítulos atormentado, como si se fuera a quedar ciego por tocarse.
Pero luego está el vampiro malo, ese que lo ves y ya te estás apartando el pelo para eliminar obstáculos entre él y tu cuello (lamarquesa style). El vampiro malo es la versión inmortal de Jordan Catalano, la razón por la que @criticoenserie se preguntara qué ve la gente en Damon.
Stefan versus Damon (The Vampire Diaries)
Sí amigos, Damon es un psicópata y da grima solo mirarlo, pero es que Stefan es la quintaesencia del tostón total, el vampiro que te matará de aburrimiento sin tan siquiera abalanzarse sobre ti. Ahí van otros de su calaña:
Bill versus Eric (True Blood)
Bill es una vergüenza para la estirpe vampírica, y punto. Y encima tiene la suerte de poder amorrarse a una botella de sangre sintética sin tener que ir por ahí matando a la familia de Garfield. Unfair.
…
Mick St. John versus Josef (Moonlight)
¿Alguien tiene los santos bemoles de negarme que Alex O’Loughlin es la pura definición de la sosez? Y si además le colocan al lado a Locan Echols…
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Angel versus Spike (Buffy, the vampire slayer)
Bueeeno, vale, venga, va. Angel es objetivamente mucho más atractivo, pero Spike siempre dio más juego (aunque para ser justos, reconoceremos que aquí el mega-soso no era vampiro, era Riley)
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Lestat versus Louis (Entrevista con el vampiro)
Acabo con el primer vampiro mediático moderno, el histriónico Lestat, siempre mucho más apetecible que el amargado Louis. Y sí, soy de las que también se lo pasó bien con La reina de los condenados, esta vez con otro Lestat, aunque no tan malo. Y también salía Irina Derevko, y eso es muy grande.
Ah! Y si alguien piensa que olvidé Crepúsculo… el tema es que Edward Cullen es tan guapo como soso, como manda la tradición del vampiro bueno, pero solamente se puede comparar con el hombre-lobo, así que no computa. Que tengáis un buen y vampírico día.
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