De los Hudson de toda la vida

Crazy eyes.

Si sois de los que todavía creéis en la grandeza del culebonismo y veis Nashville, sabréis que esta temporada hay un nuevo “villano” en la ciudad: Jeff Fordham, el nuevo jefe de Edgehill, la discográfica de Rayna y Juliette.

Pero hoy no he venido a hablaros de Nashville, porque podría estar tres años hablando de lo fortísimo que intento amar a la serie y lo difícil que me lo ponen a veces con su manera mongólica de narrar y quemar tramas con potencial. Hoy he venido a hablar de Jeff Fordham. O sea, de Oliver Hudson. Coño, Hudson. ¡De los Hudson de toda la vida! Hermano de Kate Hudson e hijo de Goldie Hawn y Kurt Russell (hijastro, vaya).

Quería poner una foto de Oliver de cabronazo en Nashville, pero pienso que esta es mejor.

Se podría decir que el chico ha tenido cierto éxito en su carrera, pues pasó 7 temporadas en la CBS con Rules of Engagement, pero como la serie era un pedazo de caca enorme, en mi cabeza soy incapaz de registrar eso como éxito. Así que hasta que alguien le ha recuperado para hacer de desalmado en Nashville, acordaremos que Oliver Hudson tocó techo con los 16 capítulos que se pasó haciendo de novio de Joey (Katie Holmes) en Dawson’s Creek.

El clímax de su carrera.

¿Cómo puede ser que uno no se de cuenta de estas cosas hasta que no tienes al tipo eso metido en casa? Desde el minuto cero que sale en Nashville, Oliver Hudson te da un ascazo enorme y claro, ahora sé de donde me viene todo. Fijaos bien en la foto de familia y veréis que todos los hijos de Goldie Hawn han heredado la locura de su madre. En algunos casos no es aparente a simple vista, pero yo siempre he estado convencida que Kate Hudson estaba tronada. Me pasa lo mismo con Emma Roberts y Reese Witherspoon. Están locas. Lo sé.

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