Categoría: Tele de Antaño

Confesiones: American Gladiators

Personalmente creo que el fric nace, no se hace. Yo, que ya nací con el don, siempre fui fan de las rarezas y me quitaba el sueño perderme según qué programas de la tele. Por el bien de mis nervios mi madre cedió y empezó a permitirme desarrollar toda mi vida delante de la tele: podía hacer los deberes, comer, hablar, cocinar y hasta hacerte un crucigrama. Uno de los programas que esperaba con más anhelo y que recuerdo con más cariño era “Gladiadores Americanos”. No os sabría explicar que tipo de atracción atávica despertaba en mi esa panda de

Quiero más!

«Es mi vida» en DVD… al fin

Hace más de un año, nos lamentábamos de la cancelación de una de las series de culto de los años ’90: «My so-called life«. En España pudimos disfrutar de sus tristes 19 capítulos gracias a Canal +, quien en aquella época fue la única cadena capaz de diversificar la oferta televisiva y regalarnos perlas como «Padres Forzosos» o «Head of the Class«. Las hordas de fanes con adolescencias atormentadas han conseguido que las crisis púberes de Angela Chase vuelvan a nuestras vidas con la edición en DVD de «Es mi vida«. De paso recordaremos lo ultra guapo que era Jared

Quiero más!

Fame! I want to live forever!

Uno de mis placeres culpables de este verano es Fame, porque la fama cuesta, qué narices, y ya llevo semanas pagando con sudor el tener que quedarme en la city sin aire acondicionado. Supongo que cuando te pones en plan revival con tanta ilusión tiendes a elevar tus niveles de benevolismo ante lo que a priori puede ser un producto que recuerdas con cariño pero que seguramente ha envejecido fatal, y más si es fruto de esos extraños 80. Será por eso, quizás, que más de 20 años después no me ha importado en absoluto volver a engancharme a Coco,

Quiero más!

La tía de Frankenstein

Últimamente he estado practicado cierta regresión voluntaria re-visionando los siete capítulos de esta serie que ocupó alegremente mis viernes por la tarde durante un breve periodo de mi infancia. Sorprendentemente, y quizás se debe a algún inexplicable acceso de nostalgia, he disfrutado como una enana con “La tía de Frankenstein”, una serie producida entre Alemania, Austria, Checoslovaquia, Francia, Suecia, Italia y España en una época (1987) en que no pasaba absolutamente nada si en horario infantil se fumaban puros constantemente y/o los personajes se emborrachaban con jerez. Casi nada. «La tía de Frankenstein» explica con muchísima imaginación, algo de buen

Quiero más!

Jem y las Hologramas

Igual que hago ahora, cuando era pequeña me gustaba todo lo que hacían en la tele. Mi madre se acostumbró a que yo hacía cualquier cosa delante de la tele. Ya fuese hacer los deberes, pelar patatas o hablar sobre la situación de los ayatolás en Irán. Mis gustos no eran tan refinados como lo son ahora, pero ya sabía apreciar lo que era bueno. “Jem y las Hologramas” era una serie que me encantaba. No me gustaba por las verdades de la vida que me enseñaba si no porque, antes de querer mangonear y dominar el mundo yo quise

Quiero más!

Brevemente, Menudo es mi padre, in memoriam

Junto con «Raquel busca su sitio» y «Paco y BebaVeva», «Menudo es mi padre» es una de esas grandes series españolas que han quedado relegadas injustamente en el olvido. Hoy el Fary nos ha dejado, y ya no será lo mismo eso de eres más feo que El Fary comiendo limones, pero siempre permanecerá en nuestro corazón. Con su gran éxito, Farmacia de guardia, aún caliente en los archivos, Antena 3 se aventuró, allá por el 1996 con otra ficción costumbrista protagonizada por la humildísima familia de nuestro taxista preferido: «Menudo es mi padre«. ¿Alguien creía que El Fary solo

Quiero más!

Super Mario on Ice

Ayer el muy adorable Sr. de Irene me dijo que estaba perdiendo la chaveta. Exactamente dijo que estaba a punto de volverme esquizoide. Eso sí, desde la más profunda de las estimaciones. Lejos de estar equivocado, os diré que el trabajo se está comiendo las pocas neuronas útiles que me quedaron después de mis desvarios adolescentes. Pero tranquilos, el día que esté feneciendo postearé, no dejaré que la parca se lleve mis último hálito teligioso. Dicho esto, entenderéis porque os traigo hoy este video ultra vintage de dudoso interés para la mente no iniciada. Picture it: Años ’90. Jason Bateman

Quiero más!

Tourist in my own head

Queridos todos. No os he abandonado. No me he liado la manta a la cabeza y me he fugado a una isla del Pacífico. Sólo tengo tantos follones que no sé ni cómo me llamo. Ahora mismo soy espectadora de mi propia vida y aún no sé quien está tomando las decisiones por mí. Esto me ha recordado una serie que me inquietaba de pequeña, pues no le acababa de pillar el rollo. En «Herman’s head» 4 conciencias diferentes tomaban las decisiones de Herman. Voy a intentar averiguar quién está en mi cabeza… ¿Quién se acuerda de esta serie a

Quiero más!

Pippin, la perra de la tele

Dedico este post a los fans de los perros, perritos y Rex varios del mundo. ¿Por qué? Porque hoy vengo con un par de videos de esos que la tele 1 de antaño (la primera de ahora, lo que son las cosas) nos regalaba cuando le daba por ejercer su función de televisión pública y se proponía educar a las masas a golpe de kleenex. Venga va, que ahora viene el de la lagrimilla. A riesgo de parecer el hermano chungo de los Dalton, confesaré públicamente que los chuchos en general no son santo de mi devoción, por lo que,

Quiero más!

La pandilla plumilla

Para empezar, traducir Press Gang como “La pandilla plumilla” está al nivel de haber traducido Greys Anatomy como “La pandilla camilla”. Supongo que si el lumbreras al que se le ocurrió sigue teniendo el fósforo alto podríamos relacionarle con cosas como “Princesa por sorpresa” o “Mamá a la fuerza” (sí, ¿y qué?, ya sabéis que soy adicta a las comedias románticas) Lo cierto es que un título como “La pandilla plumilla” no es solamente infantiloide y estúpido, sino que hace muy poca justicia a Press Gang, una serie, digamos, juvenil, pero extrañamente oscura y hasta algo siniestra en ocasiones. Para

Quiero más!

Zack Morris, lo confieso

Hoy he venido a confesarme, hermanos. A mí me gustaba Zack Morris. Era un chulito listillo, pero me gustaba. Y, además era rubio y yo siempre he tenido una debilidad inexplicable por los rubios. Eso sí, con el tiempo se fue viendo que era rubio de bote y se le veían más raíces que a Leticia Sabater. Con 13 años, Mark Paul Gosselaar saltó al estrellato con “Hola, Miss Bliss” y empezó la saga que le hizo famoso y haría que se quedase gravado a fuego en la memoria colectiva. A Miss Bliss se la sacaron de encima, pero Zack

Quiero más!

Los nabucodonosorcitos, estupidez creativa

Epi siempre me pareció lerdo de solemnidad y su amiguito Blas, el pedazo de trapo más rancio del universo conocido, pero aún envidio al tontainas de Epi por tener en su minijardín una familia de Nabucodonosorcitos. A mi tierna edad, que aparecieran los Nabucodonosorcitos (y lo hacían raramente) en un episodio de Barrio Sésamo, era motivo de alegría infinita. Veia a Epi asomarse a la jardinera y ya casi saltaba en el sofá de la emoción: ¡Los Nabucodonosorcitos! Como tantas otras cosas, es algo que no me atrevo a volver a ver por miedo a la decepción… en fin. Ser

Quiero más!