Superbowleando

La Super Bowl es la final de la liga nacional de fútbol americano (NFL). En términos de popularidad, relevancia y expectación, viene a ser como un partido de los Panthers de Dillon multiplicado por cien mil millones. Si añadimos actuaciones de mega estrellas antes del partido y durante el descanso, con algún que otro pezón suelto de vez en cuando, tenemos el mayor espectáculo televisivo de los estados juntitos. El tinglado en su conjunto es, tradicionalmente, el evento con más audiencia del año y, en consecuencia, con la publicidad más cara carísima. Desde hace años, y con el precedente del

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El viaje hacia Ítaca

Pues si hay que hablar de Lost, se habla, ¡qué coño! Si ahora voy y me suelto con lo de Lost pasará a la historia como fenómeno socio-televisivo, seguramente comenzaréis a abuchearme. Lo entiendo, de verdad, yo también me odio cuando me pongo tele-profunda, pero es que me llena de orgullo y emoción vivir el fenómeno Lost en primera persona (Lospíritu, me gusta llamarle). Bueno, digamos que más bien en segunda persona, ya que en primera persona supondría estar en la isla con Jack, dios de las antorchas y señor de los cocoteros. Por suerte o por desgracia (aún no

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Gossip Girl: deliciously decadent

Una acepción fantástica del inglés decadent es, literalmente “que provoca una satisfacción desenfrenada”. Hasta ahora, siempre había relacionado la palabra decadent con los pasteles de queso con nata y crema de fresas, pero los chicos de Gossip Girl me están haciendo cambiar de perspectiva. No es que la serie me provoque una satisfacción desenfrenada, ese privilegio se lo reservo a unos pocos elegidos, pero es innegable que nuestros teens favoritos y sus encantadores padres viven en un mundillo deliciously decadent, y no me refiero al fashion-loft de los Humphrey, que por mono que sea y cool que parezca vivir en

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¿Qué fue de las niñas coupletistas?

Confession time: lo paso fatal con los castings de los realitys. Sufro lo indecible con los pobres participantes, pasando de la vergüenza ajena a la tristeza solidaria rollo empatía total. De vez en cuando puedo llegar a disfrutar algo con los más mejores, pero luego están todos esos de la categoría he venido porque he perdido una apuesta, que quiero pensar que realmente han ido porque han perdido una apuesta, que si no me pongo enferma. Y sin embargo llevo tres horas, que ya son horas, viendo Tienes talento. Me quedé pillada con una señora que intentaba que su cochino

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Dirty Sexy Money Redux (in case you didn’t know)

Con el estreno en nuestro país de Dirty Sexy Money, pero sin el Dirty, aprovecho para seguir con mi campaña de concienciación del pueblo llano. Dirty Sexy Money es mi serie preferida de esta temporada, y con sólo 10 capítulos emitidos. Vale que la temporada en sí es una cagarruta, pero oye, la serie mola. O, como dice mi frenemy, es lo mejor peor. PETER KRAUSE: Protagonista de casualidad Y, sí, tenemos a Peter Krause, que no encanta desde que era un camarero amigo de Aaron Sorkin (nos olvidaremos de cuando conoció a Alan Ball). Pero los que realmente molan

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Samantha Who?

Samantha Who? Es una de esas series que ha sufrido los efectos colaterales de la huelga de guionistas, tanto positivos como negativos. Fue la serie con mejor arranque en esta temporada y, tras un par de capítulos, recibió la orden de temporada completa. Se había estrenado en un buen slot y arrastraba gran parte de la audiencia de Dancing with the stars, pero en el momento que han vuelto los pocos capítulos que quedaban de las otras series tras el parón, Samantha Who? No ha podido competir con series afianzadas como Two and a half men (lo sé, inaceptable). La

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Ronda de tests: Matemos el tiempo

Sigue sin haber trato entre los productores y los guionistas. Seguimos viendo Fama porque no hay más capítulos de Gossip Girl para ver, los realities se han apoderado de las parillas y, puesto que la muerte de Heath Ledger nos tiene perturbados desde que nos enteramos, vamos a pasar el rato y a reírnos un poco. Los amigos de BuddyTV se han sacado de la manga unos cuantos tests para saber qué personajes televisivos somos. Es una chorrada monumental, pero después me vais a agradecer que os haya hecho pasar un buen rato en el trabajo o que, directamente, os

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De nombres compuestos y abreviaciones varias

A veces acumulamos conocimientos que no sirven absolutamente para nada pero que, oye, van la mar de bien cuando juegas al trivial. Este post es un claro ejemplo porque, ¿alguien duerme mal por no saber el nombre completo de D.J. Tanner? Y los listillos que han soltado de carrerilla un Donna Jo, que no contesten, repelentes. Pues no, seguramente el tema no nos quita el sueño. Pero por si acaso, y para que veáis que en esta casa nos preocupa vuestra salud y vuestra reputación trivialera, ahí van los nombres completos de las iniciales más famosas de la tele: D.J.

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Todo es mentira – Introducing Rachael Ray

El otro día un compañero me comentaba lo decepcionado que se sentía después de haber descubierto, a través de los extras de Alias, que Jennifer Garner no es, en absoluto, la diosa del espionaje que todos vemos en Sydney Bristow (y que abre mucho la boca cuando se ríe, eso lo tiene). En esta casa Jennifer nos cae bien, no cabe duda, y su hija es nuestra mascota oficial, ya lo sabéis, pero la chica es muuuu de pueblo, para qué negarlo. Y me diréis, ¿qué tendrá que ver Jennifer Garner con Rachael Ray? Pues que, al hilo de las

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El día que conocí al presidente Bartlet

Hace mucho, pero que mucho tiempo, tanto que me asusta, una servidora era becaria de producción de un programa debate en TV3. El día de mi primer programa coincidía con el Festival de Sitges, así que los chicos de producción se las arreglaron para llevar al directo a Martin Sheen, que andaba por ahí promocionando Spawn, y es así como conseguí esta postal firmada por el que que dos años después se convertiría en el presidente más pirulacho de los estados juntitos. Reconozco que la he tenido lustros apilada en el fondo de una de esas cajas donde los trastos

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Fama, sabíamos que me engancharía

Llevo varios días bajo el influjo de la griposidad galopante y eso me ha provocado dos cosas: quedarme en casa y, por consiguiente, engancharme a Fama ¡A Bailar! Todo ello es muy triste, lo sé, pero pocos seréis los que dudaban que me acabase enganchando a este reality. El tema es sencillo, gente que baila con profesores que les enseñan a bailar mejor y conviviendo en una casa e intentando ganar un premio. Problema: tienen que bailar por parejas, y si uno resulta nominado, arrastra a su compañero con él. Y lo peor: las parejas son las mismas hasta el

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El síndrome Clooney – Grenier

El inexorable paso del tiempo puede parecer vertiginoso, pero creedme, a no ser que te llames Baby Jane, es imperativo reconocer que el tiempo hace grandes cosas en nosotros: nos convierte en diablos viejos y astutos y, en la mayoría de los casos, nos buenorriza un poquito. Ya vimos hace tiempo el caso Patrick Dempsey, pero hoy quería centrarme en el síndrome Clooney – Grenier, o síndrome parece mentira que siendo primo del eslabón perdido te hayas convertido en esto. Prueba número 1: George Clooney de joven No me negaréis que parece que el tío esté a punto de lanzarse

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