Las muñecas diabólicas
A riesgo de conseguir que estos posts perturben la calidad de vuestro sueño, ahí que voy con otro de los efectos del feroz merchandising televisivo que se gastan en los estados juntitos: los muñecajos catódicos, y digo muñecajos porque se me antojan la cosa más horrenda que he visto en bastante tiempo. Vaya, que el concepto Barbie ya es chungo, pero si lo simbiotizamos con el concepto Olsen, está claro que no puede resultar nada bueno: ¡Uh! ¿Se os ha pasado el susto? OMG. Me pregunto cuando vendrá una nave y se las llevará de vuelta a su planeta. No
Quiero más!