Los otros abogados
Desde los tiempos de Perry Mason la televisión nos ha regalado abogados como para gritar un “protesto señoría” y que al juez le estallen los oídos. Pero yo no he venido hoy a hablar de series de abogados, aunque sí de abogados, de esa especie solitaria que cuando sale de la universidad no tiene la suerte de ejercer junto a El Abogado, o de trabajar con Ally McBeal, o ni tan siquiera de oler el perfume de The Good Wife. Me refiero a los abogados que no acaban, pobres, en series de abogados, sino en sitcoms o dramas familiares. Un
Quiero más!