En el país de los ciegos…
En el país de los ciegos, puñetera gracia que le hace al tuerto que le falte un ojo. Porque que te quiten un ojo, no mola, por mucho que en películas, cómics y demás el llevar un parche desprenda un halo de aventurismo romántico, o algo así. O como mínimo es muestra de ser duro de narices, o de tener un pasado chungo, o las dos cosas. En fin. Si habéis visto el último de Fringe (valga esta primera frase para espoilerfóbicos, aunque el espoiler es mínimo, pero si sois espoiler-nenazas pasad al siguiente párrafo), pues eso, que si habéis
Quiero más!