Las muñecas diabólicas
A riesgo de conseguir que estos posts perturben la calidad de vuestro sueño, ahí que voy con otro de los efectos del feroz merchandising televisivo que se gastan en los estados juntitos: los muñecajos catódicos, y digo muñecajos porque se me antojan la cosa más horrenda que he visto en bastante tiempo. Vaya, que el concepto Barbie ya es chungo, pero si lo simbiotizamos con el concepto Olsen, está claro que no puede resultar nada bueno:
¡Uh! ¿Se os ha pasado el susto? OMG. Me pregunto cuando vendrá una nave y se las llevará de vuelta a su planeta.
No os relajéis, que ahora vienen Jerry Springer y Rosie o’Donnell, dos pesos pesados del talk show. Creo que la muñeca de Rosie tiene su mismísma cara de pasmada.
Lo que me sorprende es no haber encontrado ninguna de Oprah, la indiscutible reina reinosa del magazine, con el perdón de la gran Martha, pero sí estaremos de acuerdo en que los muñecajos siguen siendo feos de solemnidad.
Para seguir en la línea voy y me suelto con Xena, la muñeca guerrera. Miradlo por el lado positivo, podría ser peor, aún tendremos que agradecer que no haya por ahí reproducciones de La Cazatesoros o de Las embrujadas.
Para compensar todo el daño que os haya podido infligir, os dejo con algunas muñequitas (esta vez sí son muñequitas) de Barbie Collector. Como podréis intuir, no es la clase de muñeca que regalarías a tu sobrina rapacabezas (y no me hagáis creer que nunca le habéis cortado el pelo a una muñeca), ya que, dependiendo del modelo os podéis dejar como 200 dólares en una Barbie (que no es algo de lo que alardear, by the way), pero la verdad es que algunas son monísimas: