Categoría: Temas de Interés Mundial

Espías como nosotros

Deseo con toda mi alma que Covert Affairs no acabe siendo un pedo de verano, y es que aún no había comenzado y ya había decidido que me iba a gustar, y punto (me pasa con algunas series -léase Caprica– a pesar de la flexibilidad de mis lealtades). No me espíes que no te veo… Y sí, aún así me gusta. No sé qué acabará siendo Covert Affairs, pero sí sé que no es “como Alias pero en formato ligero-veraniega”. Sip, es veraniega, y sip, es tirando a ligera, pero tiene de Alias lo mismo que The Vampire Diaries tiene

Quiero más!

De hijas a madres

Es lo que tiene, un día estás jugando con tu Barbie Malibú, y al siguiente tienes una adolescente en casa. Es evidente que no he descubierto la sopa de ajo: el tiempo pasa, pero es que ver a la inigualable Whitley Gilbert haciendo de abuela en The Vampire Diaries me ha puesto del revés. ¿Abuela? ¿En serio? Vale que tiene algunas arruguillas, pero yo diría que para que Jasmine Guy pudiera se abuela de alguien tanto ella como su hija tendrían que haber sido madres adolescentes, cuanto menos. En fin. Para no dejar la senda de la verosimiltud continuamos con

Quiero más!

Fútbol, soccer y nenazas

Tradicionalmente, a los americanos del norte les interesa tanto el fútbol como a mí el punto de cruz. Para empezar, lo conocen como soccer cuando el resto del universo habla de fútbol, claro que para ellos el football es un deporte menos de nenazas, con sus hueveras y sus cascos y sus cosas. Y digo de nenazas porque, en general, nuestro fúbtol, su soccer, acaba siendo un deporte para niños y chicas. Nenaza lo serás tu Al referente más cercano me remito: en Parenthood, donde el deporte familiar es el baseball, como ya se encarga de dejar claro el pesado

Quiero más!

Muérdeme, aunque seas el vampiro bueno!

Nos ha vuelto a subir la fiebre vampírica patrocinada por el estreno de la tercera temporada de True Blood, serie que de repente todo el mundo parece amar. Uhmmmmm. En fin, que cada uno sabrá qué le pide a sus vampiros de cabecera, pero yo tengo claro que los vampiros nos atraen porque muerden, y porque son misteriosos, y fuertes, y poderosos. Y muerden. Y es por eso que el vampiro bueno come-ratas siempre es un muermo. Porque no muerde, y va por ahí con la misma pinta de pena que tengo yo cuando me da por no comer hidratos.

Quiero más!

Disney me mata

Ayer dimos el adiós definitivo a Hannah Montana, y es que lo que hizo Miley Cyrus en Rock in Rio llevaba de todo menos el sello Disney, ni que la niña se lo hubiera tatuado en las nalgas, lo que realmente hubiera sido perturbador. La última temporada de Hanna Montanah se estrena en unas semanas, aunque Miley ya ha acabado de rodar, y sin duda también ha pasado página. Dicen que el reinado en Disney ahora lo tiene Selena Gomez, de Los Magos de Waverly Place, que antaño fue bff de Demi Lovato, de Sonny entre estrellas y Camp Rock.

Quiero más!

El efecto SyFy

Hace ya casi un año que los amiguetes del entonces Sci Fi se pasaron al SyFy (imagine greater). Básicamente pretendían tener una marca cuyo nombre poseyeran ellos solitos (Sci Fi es el diminutivo «oficial» para ciencia ficción) y, más importante aún, rebrandizarse para abrazar una programación que no apuntase tanto hacia la idea clásica de ciencia ficción sino más hacia un «entretenimiento basado en la imaginación». Vaya, quitarse el lastre de friquis o geeks que van por el mundo diciendo cosas como live long and prosper. Sea como sea, y aunque la ciencia ficción es un género difícil, lo cierto

Quiero más!

Señorita Topisto, venga a mi despacho

En realidad se llamaba Agnes DiPesto, pero quizás los traductores pensaron que nuestra mente impresionable de los 80 no estaba preparada para los apellidos con nombre de salsa de espaqueti. Da igual, Topisto/DiPesto. Ambos tienen una sonoridad suficientemente estrambótica como para encajar perfectamente con lo que para mí siempre fue típica «auntie» soltera y extravagante con un armario lleno de faldas largas y pañuelos gigantes. Estoy dispuesta a vérmelas con cualquiera que niegue que era el alma de la agencia (de Blue Moon, de Moonlighting, claro). Era algo así como un referente espacio-temporal de honestidad, inocencia, alegría y a (bastantes)

Quiero más!

The one where everybody finds out

De todo lo que puede hacer que nos sitamos atraídos por una serie o historia en general, la curiosidad es un elemento clave. Vaya, que sin curiosidad, por lo que sea, dificilmente mantendremos el interés. Es very, very bad, pero cuando lo que pueda suceder a los personajes nos importa menos que a Olivia Dunham el lugar donde olvidó su pantonero, mal vamos. La serie tiene entonces todos los puntos para incorporarse a la lista de abandonos. Cada uno se sabrá la suya, y yo estoy a punto de incorporar Private Practice, que todo tiene un límite. Lo siento Addison,

Quiero más!

Vuélvela a tocar, Glee (y otras cosas inútiles para el iPhone)

Siguiendo con su propósito de dominación mundial, los chicos de Glee ahora también tienen aplicación oficial para iPhone (y iPad, que eso ya es re-cool). Por supuesto, me la he descargado a pesar de haber constatado repetidamente (yo y mis vecinos) que en mis manos un micrófono es una arma de destrucción masiva. Total, que te bajas la aplicación y de repente tienes en el iphone una versión móvil del singstar, aunque tampoco es cuestión de ponerse a cantar mientras esperas el metro… por lo que, por muy móvil que sea, aconsejo encarecidamente su uso en la intimidad del hogar.

Quiero más!

Cuestión de parejas

La semana pasada los chicos de Bones, en un ejercicio de metagenialidad con precedentes, reflexionaban sobre el mismísimo género procedimental: ¿la trama o los personajes? Esta semana, en el esperado capítulo 100, hacen algo similar con las dinámicas de pareja que generan y alimentan los susodichos procedimentales. Pero no os preocupéis, esto es un bones espoiler free post, que entiendo que no todos estáis tan perturbados como para ver el episodio antes de ir a trabajar. Anyway, a nadie se le escapa que las series «de casos» siguen en su mayoría ciertas reglas flexibles respecto a sus relaciones de pareja.

Quiero más!

Sarah Drew, ¡que alguien le dé un protagonista!

Esta chica siempre me ha caído bien, oye. Desde que apareció en Everwood, a lo primo Oliver, detrás de unas gafoyas, tímida e insignificante, para conseguir ligarse y reconvertir al chulito de la serie. Todo tan entrañable… Hannah pronto se convirtió en uno de mis personajes favoritos de Everwood y, como era previsible, me encariñé con Sarah Drew. Lo malo fue que después de eso la chica se dedicó a aparecer aquí y allá a lo guest star. Demasiado poco. Y aunque Sarah no es, ni de lejos, una robaescenas profesional sus apariciones me alegran el corazón televisivo. En Wanderfalls

Quiero más!

Cantando, cantando… la acabé liando

No dudo que a funny thing happened on the way to the forum es algo que fácilmente diría Walter Bishop en cualquier contexto imaginable, y seguramente pediría que alguien le proporcionase un batido de plátano de Canarias. Fringe se añade así al clásico Oye tío, ¿y si hacemos un capítulo musical?, aunque al final resulte que solamente es un capítulo normalucho con un número pirulacho (a lo How I Met Your Mother). Claro que lo de Fringe es altamente psicodélico. Dicen que será un capítulo (titulado Overture, qué bien) en el que Walter explicará un cuento a la encantadorísima sobrina

Quiero más!