Categoría: I love cylons

Para empezar, no había comentado nada aún sobre el anuncio de Moore y Eick respecto a la finalización de Battlestar Galactica la próxima temporada. No es el objetivo de este post, así que simplemente, y aunque seguro que lloraré durante el último episodio, agradezco a estos chicos su capacidad de vislumbrar y hacer efectivo el final de una historia evitando alargamientos excesivos generadores de giros argumentales la mayoría de las veces con poco sentido, y/o la típica cancelación traumática que te deja tan insatisfecha que tardas días en recuperarte. Y ahora, a lo que he venido. Hace algunos años, era

En los estados juntitos son mucho más dados a las fiestas y celebraciones domésticas varias que nosotros. ¿Que es la noche de los Oscar? Pues cena al canto con menú cinematográfico y bolsitas de obsequio para los invitados (si es que Martha Stewart ha hecho mucho daño) ¿Que se entregan los Emmy? Venga, fiesta de disfraces televisivos y todos puntuales para pegar un buen repasón a los mártires de la alfombra roja con Joan y Melissa, si vuelven, claro. Cualquier season premiere o season finale son también objeto de evento erótico-festivo difícil de coordinar para los que nos alimentamos de

Para mi siempre será Fenix “El guapo” guaperas (rompebragas, como diríamos por aquí) de “El equipo A”, pero resulta que Dirk Benedict, poco antes, fue el primer Starbuck de la historia de las 13 tribus tribosas. En fin, que el chico se lo pasó teta fumando puritos, seduciendo féminas y fulminando cylons con su amiguete Apollo. No solo eso, sino que Dirk se bvanagloria de ser el hacedor del carácter canalla de Starbuck, de su afición por los puros y de su rompebraguismo. Tanto se simbiotizó el chico con Starbuck, que cuando se canceló la serie, el tío asumió que

Podéis llamarme obsesiva, pesada y compulsiva, podéis hasta odiarme, si queréis, pero la vida es demasiado dura sin BSG, y más que lo va a ser hasta que por fin vuelva en el lejano 2008. Hasta entonces, no me queda más remedio que pasar el mono a base de pequeñas dosis que me voy a autoadminstrar, básicamente, como me apetezca. En los últimos tiempos, el almirante Adama se ha acostrumbrado a ir espetando por ahí eso de get your fat lacy ass out of here o out of there o whatever, aquí lo que me interesa es lo de fat

Kristin decía hace algunos días en su blog que estaba convencida de que la “D” de Ronald D. Moore significa “Diabolical Genius”. Yo pensé: esta Kristin, siempre tan apasionada que se le va la olla un poquito. Sin embargo, este fin de semana me he dado el lujo de ver enterita la tercera temporada y tengo que admitir que coincido con ella. Vale, quien no lo intuya en este momento, aviso: voy a hacer un uso extensivo de los spoilers (subsección tercera temporada) en este post. Los que continuéis leyendo, seguramente ya sabréis, habréis comprobado o os habrán explicado (yo

No le déis a los links si no queréis spoilers Aunque me maraville que haya gente que tiene tanto tiempo libre como para ponerse a dibujar los personajes de una serie como si saliesen en «Los Simpson«, le estoy profundamente agradecida a la persona que se le ocurrió pintar de amarillo a nuestros amigos de «Battlestar Galactica«. Qué monos que salen aquí el Almirante Adama y la Presidenta Roslin (Vive le Botox) cogiditos de la mano. Todos les querríamos ver así pero, la guerra es muy dura y su amor es casto y puro. Aunque físicamente no se le parece,

Mi apreciado Edu de BBoing va a permitirme que le levante el post y os enseñe a todos vosotros estas figuritas de «Battlestar Galactica» presentadas en la útlima Toy Fair. A mí me encantan todos los productos licenciados en general porque, como buena teligiosa, me llaman mucho la atención todas las pijadas de merchandising. Pero no nos engañemos: estas figuritingas son feas de cojones. La conversión a Lego no le ha ido muy bien al Almirante Adama, la verdad. Mietras que el centurión Cylon es el más currado de todos, deducimos que eso es William Adama por las rayas que

Hacía tiempo que un personaje no me hacía sufrir tanto como lo está haciendo Starbuck (la última fue Sydney, claro), y hacía más tiempo aún que una serie no me dejaba clavada en el sillón viendo capítulo tras capítulo como ha conseguido Battlestar Galactica. Muchas veces, la ciencia ficción de una determinada época y sociedad es lo que mejor refleja la situación actual, deseos e inquietudes de esa sociedad. Vaya, que no es casualidad que en los 50 todo fueran monstruos terribles que debíamos derrotar y que en los 60 pasáramos a la exploración de otros mundos con mensajes de