Kalinda y su enemigo
Creo que nunca lo he dicho aquí en ByTheWay, pero A-M-O The Good Wife. Creo que es una de las mejores series que hay en la actualidad y el que todavía albergue prejuicios de “series de mujeres” es que no se entera de nada. Y mira que el título “la buena esposa” es tan potencialmente horripilante como “Cougar Town”, que tan criticado ha sido… en fin… Porque The Good Wife es una serie de abogados, pero también de intrigas políticas, y de amor, y de envidias. Vamos, que es una serie sobre LA VIDA.
Algún día os hablaré sobre mi fascinación por todos y cada uno de los personajes de The Good Wife, pero hoy quiero hablaros de una de mis obsesiones televisivas (y creo que del mundo entero): Kalinda Sharma. Y, por extensión, de su nuevo archi-enemigo Blake Calamar. (Joder, lo de CALAMAR es casi tan jevi como lo de Alice Verdura en Hellcats). Porque, por sí sola, Kalinda ya es espectacular, pero junto a Blake coge dimensiones astronómicas. Kalinda es aquella peligrosa calma que precede a la tormenta, una calma peligrosa e incómoda que parecía inquebrantable hasta que apareció Blake y osó perturbar a la bestia durmiente. Lo que nos queda claro desde el primer momento en que se encuentran es que, del choque de titanes no puede salir nada bueno y que, el día que Blake y Kalinda se enfrenten con todo su poder, seguramente no quedará nadie vivo.
El giro que le han dado al personaje de Kalinda juntándola con Blake es increíble y ha hecho que veamos en ella emociones que no sabíamos ni que tenía. Empezando por el miedo. Porque hemos visto que hay alguien más chungo que Kalinda ahí fuera. Porque Blake es capaz de matar…y Kalinda, no. ¿No? Quizá Leela sí lo sea. Porque, ¿quién es Leela? ¿Cómo lo sabe Blake? Y, lo más importante, ¿quién es Blake?
Con esta peligrosa relación entre Kalinda y Blake, no sólo me alegro de lo beneficiada que sale la serie a nivel de calidad (Archie Panjabi es impresionante), sino que, además, me congratulo de que por fin el mundo vea lo buen actor que es Scott Porter, porque al final, creo que la gente se quedó atascada con él en Friday Night Lights. Soy de las que piensa que si bien el golpe de efecto del accidente de Jason Street era necesario para entrar en faena dramática, el quarterback tendría que haber vuelto a andar. O sea que, bienvenido de vuelta, Scott Porter, aunque sea para ponernos los pelos de punta. A Kalinda, y a mí.