Autor: Montsinya

Los cinco de Leverage

Extrañamente en mí -que nunca había sido muy fan de los llamados procedimentales, vaya, series «de casos» (por culpa de la señora Fletcher a quien sí, tengo mucha manía)- llevo meses enganchada a casi cualquier cosa que comience y acabe en cuarenta minutos y no me obligue a romperme la cabeza con teorías extrañas. Igual es una fase, qué sé yo. No hay forma humana de evitar grandezas absolutas como Bones, seguida de cerca de Castle y otras muchísimas más que para gustos, colores (otro día me ocupo de Warehouse 13), pero también ha entrado en mi lista una de

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Pensamientos dispersos sobre los Emmy

Pues que digo que ya que me he visto entera la puntualísima gala, con su alfombra roja y su todo, aprovecharé para espetar aquí algunas cosas que se me vienen a la cabeza. Primero, si veníais buscando un listado de ganadores, mejor vais directamente a la fuente de todo mal, o a otros diversos que seguro que lo explican muchísimo mejor que yo. Debería haberme apoderado de una figurilla, que este año me han vuelto a robar el Emmy. Esto de Legen -wait for it- dary ya no tiene un pelo. Segundo, supongo que, como el resto de la humanidad

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Fringe en el país de las maravillas

Como a falta de pan buenas son tortas, y aún nos quedan largos días hasta el 17 de septiembre, los chicos de Fringe tienen a bien mantenernos entretenidos con sus promociones y cosas varias. Este póster, para empezar, es toda una joya del easter egg photoshopil. De buenas a primeras, bien podría titularse algo así como “trío en el parque junto a agujero”, pero si le damos al zoom (clic para zoom) tenemos un “trío en el parque junto a agujero con selección de elementos extraños y tío calvo al fondo”. En esta web detallan dónde están los easter eggs,

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El souffle del cazador

Si no habéis visto esto en True Blood, y un par de capítulos más, igual es mejor que no sigáis Por aquí no somos mucho de comer entrañas humanas (ni de ninguna clase), pero claro, es cuestión de carácter, aunque oye, bien presentado, pues nunca se sabe. Después del éxito de la Wii entre los vampiros de Bon Temps y la existencia de Anubis Airline, ver a Maryann cocinar con amor y cariño un corazón humano es lo más hilarante que he visto en True Blood, aunque la lista se alarga por momentos, en eso True Blood nunca decepciona. ¿El

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Zooey Deschanel, sing it!

Gracias a esta entrada me topo con Craig Ferguson entrevistando a Zooey Deschanel. Que sí, ya sabéis que a mi la chica me resulta bastante más inquietante que su hermanísima Emily “Bones” Deschanel, en parte porque tiende a hacer siempre de loca pirada rebelde con encanto, así, con esos ojos y esa mirada fija que pone la tía. Y aunque todos los dioses saben que amo a Brennan y su dura cabezota, de las dos hermanas, Zooey me divierte mucho más. Quizás será porque la vi por primera vez en una de mis películas preferidas: Almost Famous (en la que

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Believe It or Not

Tenía yo abandonada mi serie de posts Esas musiquillas después repasar los 60, echar un vistazo a los 70 y aproximarme a los 80 con Where everybody knows your name. Hoy sigo ojomeneando los 80 con otra de esas musiquillas que se nos incrustaron en su día en el timpanillo y que desde entonces no han dejado de transmitir buenrollismo en general: Believe it or not de El gran héroe americano. Sigue sorprendiéndome que series básicamente cómicas, como Cheers o El gran héroe americano tengan en su cabecera temas que tienden a la nostalgia y que emocionan todas y cada

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Nathan Fillion y Castle: Feed the birds

Bien sabéis que en esta casa adoramos cualquier cosa que haga Nathan Fillion, aunque sea tirarse pedos con olor a frutas silvestres. Castle, su última hazaña, es además una maravilla de las series de detectives con chico+chica, lo que yo llamo “grandeza proporcionadora de inmensa felicidad”, y eso, en los tiempos que corren, mola mucho.  Por mucho que hubiera alegrado mi corazón, no es Nathan Fillion el creador y alimentador del twitter de Richard Castle, y cierto es que el tío se lo está currando. Castle lleva pocas semanas twitteando sus andanzas hacia y sobre nuevos misterios. Como explican en

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Make it or break it

A entrenar, bitches Yo no me lo pasaba así de bien desde los tiempos de Juana y Sergio, y es que donde haya una jugadora, patinadora o bailarina intentando ganar una beca, una medalla o un acceso a Julliard, ahí me tienen, olisqueando la sangre y el sudor del duro entrenamiento. Amo profundamente Save the last dance, Ice Castles me provoca llantos incontrolados y siempre que ponen esta grandeza de telemovie soy incapaz de apartarme de la tele. Las historias de superación me emocionan, oye, Make it or brake it, además, me divierte. Make it or break it es lo

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Defying Gravity, la buena y verdadera

Porque aunque los chicos de la ABC acaben de estrenar su Grey’s Anatomy en el espacio (eso dicen, ya veremos) bajo el título Defying Gravity (que anda que no con el doble sentido), para mí, esas dos palabras siempre y para la eternidad serán el título de uno de los mejores temas del musical Wicked. Sip, la rubia es la Chenoweth marcándose unos gorgoritos. La verde wicked que vuela es Idina Menzel, que os pongo el enlace y veis lo que ha hecho la chica. Así de sopetón pues igual os habéis quedado fríos, pero creedme que en vivo esta

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Cuando el Doctor leyó Harry Potter

Mucho se ha discutido estos días sobre la acompañante del Doctor que cada uno prefiere. Ahí va uno de mis momentos inolvidables más inolvidables del mundo teligioso en general y, después de verlo, me decís si Martha es o no es la mejor acompañante del Doctor. Me encanta cuando el Doctor se pone histórico, generalmente lo prefiero a los capítulos con New New New New New (…) New York. En este caso, además de histórico se pone Shakespeariano, lo que me produce un subidón de dimensiones considerables, aunque seguro que me pierdo la mitad de referencias. Lo maravilloso es que

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Una (y no más) de triunfitos

Es la primera vez que hago esto, digo, dedicar un post entero a OT. Y la verdad es que no entiendo cómo no lo hice el año pasado que, aunque desafinaban, los concursantes dormían enroscados, y eso siempre da más juego. Espérate pingalera que igual que me voy, vuelvo Este año en la academia reina el buenrollismo y el amor libre, y así vamos, que toda la responsabilidad de mala leche oterina recae/recaía en Risto, cuyos partenaires han demostrado ser totalmente incapaces de seguirle el rollo de señor oscuro. Esas discusiones espontáneas y nada guionizadas que mantenía con Noemí y

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Cuéntame un cuento

De pequeña me hacían enfadar fácilmente si empezaban con eso de ¿Quieres que te cuente el cuento de María Sarmiento que se fue a cagar y se la llevó el viento?. Menuda mala leche me entraba. Y al final resulta que lo de la repetición no es tan malo. Alguien nos insinuaba hace unos días si no estábamos hasta las narices de la pareja de polis con métodos poco ortodoxos, modelo reproducido hasta la saciedad desde los tiempos de Arma Letal, o antes, si cabe. Pues no, oye, como ya explicó Irene, hay fórmulas que funcionan, y nunca hay demasiado

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